La vida es demasiado complicada aunque se aprende a vivir en ella, la vida de Natasha, Yelena, Kate, Wanda y familia cambiará en un solo segundo, las cosas que ellas apreciaban y amaban se les será arrebatado, aprenderán a vivir en su nueva realidad...
-¿Qué es lo que queremos hacer Wanda? Digo, tú eres la nómada de la relación-. Murmuró Natasha mientras estábamos recostadas en el sofá con ella en medio de mis piernas y su cabeza recargada en mi estómago mientras acariciaba su cabello.
-Oye... Soy una nómada sexy y podemos quedarnos aquí o volver a México, no lo sé... Yo estaré bien en dónde sea que estés-. Le dije haciendo que alzará su vista hacía a mi.
-En México tenemos nuestra manada, en donde medio crecí pero aquí... Sería más seguro si en un futuro queremos hijos, además no sé si mis madres quieran irse a México o tú padre-. Murmuró con incertidumbre en su voz y tenía razón, no sabíamos la opinión de ellos.
-Esperen un segundo... ¿Qué fue lo que escuché? Creo que ando un poco sordo por qué no entendí muy bien... ¿Hijos?-. Preguntó una voz ronca detrás de nosotras y si fuera humana mi corazón latería muy rápido, ambas nos levantamos del sofá para ver a mi padre.
-Hola papá... ¿No estabas de guardia o algo así?-. Murmuré un poco nerviosa jugando con mis pulgares.
-Si, lo estaba pero Pietro me dijo que querías pasar tiempo conmigo y a eso vine pero no me cambies el tema jovencita-. Dijo Erik señalándome con el dedo y yo giré a ver a Natasha quién me sonrió un poco.
-Mira padre, cuando llegamos aquí para entender lo que estaba pasando con nosotras... Alice y las demás nos explicaron que podíamos tener hijos, ¿No se te hacia raro estos últimos días ver a niños tan pequeños en la comunidad? Es por esa razón, nadie sabe todavía como sucede pero podemos tener los bebés de nuestra pareja... Y si, en definitiva podrías tener nietos, yo quiero hijos en un futuro, no ahora pero si-. Le dije con una sonrisa ladeada mírando como fruncia el ceño y abría la boca.
-Cariño, esa cara no es buena, creo que debes huir-. Le dije en voz baja a mi novia quién frunció el ceño también.
-¿Por qué voy a huir si soy lobo? ¿No me matará o si?-. Preguntó Natasha agachandose un poco para mirarme a los ojos y yo ladee un poco mi cabeza divertida.
Mi hermosa novia abrió mucho los ojos para luego mirar a mi padre que estaba procesando lo que había dicho, desde que volvió ha sido muy protector con Pietro, Kate y conmigo, no lo necesitaba pero me gustaba ser cuidada por mi padre, Natasha me beso la mejilla para salir corriendo de la casa, pasando enfrente de mi padre quién giro a verla para después volver su vista hacía a mi.
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-¡Ven aquí loba! ¡No huyas! ¡No seas cobarde! ¡¿Es así como cuidas a mi hija?! ¡Te voy a matar!-. Gritó mi padre un segundo después para perseguir a mi novia y yo mordí mi labio inferior evitando reír.
-¡Yelena! ¡Huye! ¡El señor suegro ya se enteró de que podemos embarazar!-. Escuché la voz apresurada de mi pelirroja así que me acerqué a la entrada solo para ver a mi Natasha agarrando el brazo de Yelena quién iba pasando sin saber que sucedía.
