La vida es demasiado complicada aunque se aprende a vivir en ella, la vida de Natasha, Yelena, Kate, Wanda y familia cambiará en un solo segundo, las cosas que ellas apreciaban y amaban se les será arrebatado, aprenderán a vivir en su nueva realidad...
Dottie estaba sentada al lado de Erik, esperando el momento en que llegarán los demás, podía saborear su libertad, ella creía que todo había valido la pena, el sufrimiento y todo lo demás si era capaz de volver a ver a sus hijas, sabía en su corazón que seguían con vida, confiaba en su pequeña Natasha para mantenerse con vida y por ende mantener con vida a su hermanita Yelena, aunque ahora ya no eran más esas pequeñas. En la otra celda estaba Peggy hablando con Hela, ella también estaba en busca de sus dos hermanos y esperaba encontrarlos pronto, todos tenían un motivo para estar aquí, excepto Peter, él estaba en este lugar para averiguar todo lo que pasaba aquí, él y su pareja Mj habían guardado el secreto de que era un ex cazador aunque no estaban muy seguros de si las brujas en su nuevo hogar lo sabían o no... Pero nadie ha dicho nada acerca de ello, además de que Peter y Mj solo llevaban unos meses en Alaska, también eran recién llegados.
Las luces de las celdas de pronto se apagaron haciendo que Dottie, Erik, Hela, Peter y Peggy se levantarán del suelo con rapidez, un segundo después se escuchó una alarma, los gritos de los guardias y las luces comenzaron a parpadear varías veces, las celdas de otros lados de la instalación comenzaron abrirse, dejando desconcertado a algunos hombres y mujeres.
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-¡Es nuestra señal! ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Saben lo que tienen que hacer!-. Gritó Hela tomando el mando de líder y saliendo de su celda con rapidez.
Erik salió corriendo detrás de Hela al igual que Peter que mostró sus dientes, las demás personas que compartían celdas a los lados salieron corriendo, ellos también participaban en este escape uniendose al plan de Hela, Peggy tomó unos segundos para correr y abrazar con fuerza a Dottie, ambas rieron para luego darse un pequeño beso lleno de amor y lleno de promesas, serían libres junto a toda su gente, se separaron para salir corriendo en diferentes direcciones, ambas tenían un plan que llevar acabo.
-¡Los animales están saliendo de sus jaulas! ¡¿Qué demonios está pasando con la electricidad?! ¡Todos los equipos desplieguense! ¡Quiero a todos esos animales en sus celdas!-. Gritó el jefe de la instalación hablando por la radio y tomando un arma junto con algunas municiones que contenían plata y Aconito.
Todos los guardias corrieron a la habitación de seguridad, tomando armas y preparándose para someter a todo aquel que saliera de sus jaulas, él jefe gritaba órdenes mientras otros guardias guiaban a sus médicos, biólogos, etcétera a una habitación de seguridad, protegiéndolos, el corazón de los médicos latía con rapidez antes las luces parpadeantes, se estremecieron cuando escucharon el primer grito de horror de alguien seguido de disparos, eso... Eso solo era el principio.
-Parece que nos volvemos a encontrar-. Murmuró Erik con una sonrisa radiante al ingresar al panel de control de la instalación.
-¡Atrás maldito! Tengo balas de plata y no dudaré en matarte-. Gruño el jefe girando rápidamente, alzando su arma hacía Erik que dejó caer un cuerpo de un guardia al suelo, él cuál se encontraba muerto.
