Master Mind || ©Reidstarkgi

VIGÉSIMO CUARTA PARTE

—"Lucy murió al último, sola" —, Reid levanta de la mesa la fotografía del cuerpo de la niña, cubierto de tierra y de un color que, no estuvo orgulloso de comparar, se parecía a la piel de Eve por las mañanas cuando el frío de la ciudad pegaba de lleno en su rostro. —"Por sí solo no significa nada, pero al revisar el expediente Williams, notamos que muchas de las huellas ajenas estaban en la habitación de Karen Williams, así que el ignoto pasó mucho tiempo ahí con Karen" —, finalizó el chico.

—"Debió separarla del resto de la familia" —, aventuró Hudson, parada junto al Doctor.

—"Lucy Downey ya estaba en la piscina, ya no tuvo que hacerlo el ignoto" —, corrigió Rossi.

—"Entonces lo incita otra clase de compulsión"—, secunda Morgan. —"Otra necesidad".

—"Hotch acertó, esto no es coincidencia, es un posible sello" —, Reid dirigió la vista hacia Rossi, al igual que Morgan y el resto de agentes.

—"Hay que ver a cada una de las familias como un ente con vida fuera de sus familias" —, habla Rossi mientras deambula entre los agentes de la habitación.

—"Si, cada uno tiene sus propias conexiones fuera de su familia, amigos, tutores y colegas" —, menciona Morgan.

—"Y cada uno de ellos se consideran puntos de acceso a la familia" —, reconoce Reid.

—"Puede tardar semanas" —, responde Hudson, mirando al chico, sentado a su lado.

—"Tiene tiempo, del remordimiento al deseo de matar, el ignoto pasará por un rango de emociones" —, continúa Morgan.

—"Puede pasar otro año antes de que sienta el deseo de matar otra vez" —, Spencer se gira para ver a Anne, que estaba alejándose.

—"Por horribles que sean estos crímenes, esta ciudad no tiene los recursos para comprometerse tanto tiempo" —, insiste la agente Hudson, al tiempo que JJ entra a la estancia.

—"Tenemos acceso a los expedientes militares de los padres" —, informa la rubia, de pie entre sus compañeros.

—"Bien, al menos tenemos acceso a la base principal de las familias" —, habla Rossi, dándose vuelta hacia el pizarrón que tenía detrás en donde estaban dibujados unos mapas mentales con plumón negro.

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—"De pie" —, ordena Hotchner entrando de nuevo en la sala donde Carl estaba esperándolos. El preso se pone de pie, pero dirige la mirada hacia la agente, que entra detrás del mayor. —"Quieres ver, ¿no es cierto?, te lo mostraremos".

Eve comenzó a poner, una a una, todas las fotos del caso sobre la mesa, sin decir nada, y sin mostrar ninguna expresión, ni siquiera mirando al preso. Simplemente, con un nudo en el estómago mientras sentía la mirada de El Zorro sobre ella y sobre las imágenes.

Hotchner pudo notar, por el rabillo del ojo, como Carl sonreía cuando Stark dejó sobre la mesa la fotografía del cuadro de cristal con el disparo en el pecho del padre. Eve también lo notó y la bilis comenzó a subirle por la garganta, sintiendo una molestia poco menos que incontrolable, aún así, reunió todo el coraje que poseía y se mantuvo plantada en su sitio al lado de Hotch, con expresión inmutable.

—"Esta es la casa de la familia Downey, eran tres niños" —, comienza Hotch.

—"¿Qué edad tenían?" —, pregunta Carl, con verdadera curiosidad.

—"Doce, nueve y cuatro, una niña y dos niños" —, responde inmediatamente el agente. Eve se mantiene en silencio a su lado.

—"¿Dónde los hallaron?" —, vuelve a preguntar.