Master Mind || ©Reidstarkgi

DÉCIMO OCTAVA PARTE

De vuelta en el hospital, Eve estaba sentada en la silla junto a la camilla de Hotchner, dándole la espalda a la puerta abierta. Jugaba distraídamente con sus manos mientras pensaba en la conversación con Markov y le daba espacio a la doctora de revisar el suero que le suministraban al agente.

Exhaló con algo parecido al cansancio y la inercia de sus movimientos la hizo girar la cabeza hacia la entrada. Alcanzó a divisar a sus compañeros que se acercaban por el pasillo y se puso de pie, saliendo de la habitación.

—"Aun no está consciente" —, informó una vez que todos se reunieron a su alrededor.

—"¿Segura que fue Foyet?" —, preguntó Rossi después de dirigirle una rápida mirada a su compañero en la camilla. Eve asumió que Reid les habría contado lo que García a ella y luego ella a él.

—"Tenía las credenciales de Morgan" —, contestó señalando distraídamente al mencionado.

—"¿Lo vieron en la cámara de seguridad?" —, cuestionó Derek a la agente.

—"Lo ves dejando a Hotch, pero la cámara está en la entrada, no tengo idea de en qué dirección se fue cuando salió del hospital" —, contestó.

—"No tiene sentido que trajera a Hotch a urgencias, ¿o sí?" —, JJ se giró hacia sus compañeros al hablar.

—"A Foyet lo excita el poder y el control, tal vez quiera que Hotch sepa que su vida estuvo en sus manos" —, argumentó Rossi con poca seguridad.

—"Eso pudo hacerlo sin traerlo al hospital" —, respondió Morgan.

—"Agentes" —, la doctora irrumpió en el circulo que se había formado con los cuatro a mitad del pasillo. —"Está despertando. Recuerden, está débil, no presionen" —, después de decirlo, la mujer de bata blanca se retiró.

Eve se giró hacia el resto de sus compañeros y fue la primera en volver a la habitación, acercándose a la camilla por el lado izquierdo del agente y apoyándose suavemente en la orilla. Morgan se quedó detrás de ella, a los pies, Rossi y JJ se quedaron del otro lado.

—"¿Dónde estoy?" —, fue lo primero que salió de la boca del supervisor en cuanto estuvo consciente.

—"En el hospital" —, contestó Rossi en un bajo tono de voz y mirándolo con preocupación.

Aaron suspiró con dolor y parpadeo, tratando de acostumbrarse a la luz.

—"¿Cómo llegué aquí?" —, les cuestionó.

—"Foyet te trajo" —, contestó Morgan, mirándolo también.

—"¿Puedes recordar que pasó?" —, preguntó cautelosamente Eve, sin apartar la vista de su dolorido jefe.

Aaron volvió a cerrar los ojos y se quedó quieto en la camilla. Recordaba haber ido al departamento de la agente, hablar con ella y entregarle el archivo del caso. Después de irse, había vuelto a su casa, dejó las llaves sobre el mueble, se quitó su arma y su celular de encima.

El mal sabor de boca de la conversación con Eve lo había llevado a una pequeña mesita dispuesta a espaldas del comedor, recargado contra la pared, donde tenía una botella de Wiski a medio beber y un vaso de cristal junto a esta.

Se había servido un trago y mientras lo bebía, la sensación de estar siendo observado, o aún peor, de estar acompañado, lo había invadido de un momento a otro.

Al darse media vuelta, un hombre encapuchado y una máscara negra, le estaba apuntando con un arma desde detrás del comedor.

—"Debiste hacer un trato" —, había dicho Foyet, antes de disparar.