El problema

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Por Calle:

- ¿Cuándo te toca chequeo? -

- el martes que viene - le respondí.

- ¿Arreglaron sus problemas? ¿Hablaron? - negué.

- yo la amo -

- pero te está haciendo daño - solté una lágrima asintiendo.

- yo no creí que estaría así -

- ¿Ahora quiere volver con su "familia" a California? - asentí con tristeza, al final termine contándole lo que había pasado un día antes.

- ¡Dios mio! - escuché como susurraba mientras se tocaba la cabeza - ¿¡Qué está pasando!? - con desesperación sale disparada de mi casa hacía al frente.

- ¿Por qué, Poché? ¿Viniste a volver a hacerme daño? ¿Solo para eso? - Salomón había salido junto con Laura y Lucía de vacaciones por unas semanas, ya mañana volvían, no me podían ver así.

A paso lento fui hasta la sala de mi casa, viendo como toda mi sala estaba destruida y con la tristeza tan notoria salí de casa con un abrigo, no hacia tanto frío, pero corría su viento.

- lo de siempre - Doña Cloti asintió con esa sonrisa que me trataba de decir "está bien,mi niña" - pero un poco menos - le dije antes de que lo preparará.

- cada día comes menos, hija - aquella señora era como mi tía, como la tía Rosita, como se contagia la alegría entre ellas.

- Tía Cloti, la tía Rosita no quiere que me regañes - era cierto que la tía Rosita controlaba a la tía Cloti, pero claro que si la tía Rosita se enteraba de lo que estaba pasando no dejaría que esto pasara.

- estás embarazada, hija -

- ella no quiere a este bebé -

- pero tú puedes hacerlo sola, lo hiciste con Sali, con el bebé o la bebé que llevas ahí no sería tan diferente, mi niña -

- tenía a papá, tenía hasta a Sebastián, pero ahora no lo quiero ver - pasé mis manos por mi nuca, con desesperación limpio mis lágrimas y voy hasta una mesa para poder comer.

- te traeré lo de siempre - personas llegaban a aquel mercadito, no podían verme, no así toda demacrada, pero siempre hay alguien.

- ¿Daniela Calle? - no...

- peque - susurré al verla.

- ¿Qué te pasó? - preguntó la hija de una de las amigas que tenía por el mercado.

- nada - viendo como llegaba más gente pero ya no habían mesas, me pare rápido y hablé - me tengo que ir, capaz nos encontremos en otro momento - su sonrisa apareció y me fui hasta donde estaba la tía Cloti.

- ¿Puedo llevarlo a casa? - ella asiente y deja mi comida en una bolsita.

- ve con cuidado - afirmandole le dejo un beso en su mejilla y dije "mándale saludos a la tía Rosita, te quiero mucho, tía, pronto cuidarás al bebé" antes de irme.

Caminando por las calles solitarias de mi ciudad, raro, pero así es ahora.

Por lo natural en estas calles nadie sale, no son como cuando antes vivía con Sali en un pequeño barrio cuando tuve algunas discusiones con papá.

Eres mi gran amor - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora