recuerdo

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Pov Poché:

Ardor en mi garganta es lo que sentía desde que me había estacionado en el edificio de Laura.

- solo viniste para recoger a Sali - asentí convenciendome - nada más - completé al sacar el pensamiento de hacer algo más que recoger a mi pequeño.

Laura me había mensajeando y me había mandado hasta un videos de Calle cantado una parte de la canción de "enamórate de alguien más".

- ¿Salgo ya? - no sabía nada. ¿Qué hago?.

¿Me botara? - pensé al ver como se abría la ventana del departamento de Laura.

- Poché, ya - antes de salir me tomé de valor para hacerlo - ya no eres una chiquilla - asentí y salí sin pensarlo del auto.

- mierda - dije al ver el cuerpo de mi mujer o ¿ex mujer?. Ella le daba la espalda a la gran ventana que ya había sido cerrada.

¿No querrá salir? ¿No me querrá ver? - creo que es notoria el que no te quiera ver, Poché.

- entremos - dije antes de entrar y ver hacia la recepción.

- dígame, ¿En qué la puedo ayudar? - una sonrisa bonita salió de la recepcionista.

- buen día, busco a Laura Villa - ella me mira raro y agarra el teléfono para, supongo yo, avisarle a Lau que ya había llegado.

- señorita Laura, la buscan - dice ella susurrando hacia el teléfono - ¿Cuál es su nombre? - que no joda, sabe quien soy.

- Maria José Garzón - le respondí con nerviosismo.

- número de celular - ¿Qué?.

- ¿Es necesario? - ella asintió sonriente - pero....¿Para qué? -

- los pasos que hay en el edificio al dejar entrar a una persona, queda en el registro - me dijo mostrando un papel completamente en blanco.

- pero no hay nadie más - le dije al ver como ella se desesperaba al no darle lo que me había pedido.

- es porque usted es la primera, solo déme su número de celular - dijo con frustración.

Con miedo empecé a hablar y decirle con la justa cuatro números, porque alguien me interrumpió.

Esa hermosa voz me interrumpió.

- no tienes porque darle el número - hablo mi Calle.

- pero ella dijo que es como una rutina - mi Calle negó y se acercó.

Ahí es cuando aprecié su apariencia.

No estaba bien, para nada bien.

Mi Calle se veía cansada, con ganas de nada, con pocas energías y no con un buen ánimo.

No se veía para nada bien y eso me preocupaba.

- no es rutina, ya que cuando yo vine o cuando vino mi cuñada, o sea Vale, no les pidió ni su nombre - dijo ella con sus manos en sus caderas y con una hermosa pijama.

- es que está rutina es de ahora último - dijo la recepcionista tratando de justificarse con nerviosismo.

- hábil mentirosa - mi voz no salía.

Eres mi gran amor - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora