49. Sueño O Realidad

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Cuando la luz comienza a aparecer en medio de la oscuridad es... Diferente.

Lo normal sería escuchar las voces de los poderes Antiguos, de ese modo Cale sabría que está despierto.

Pero no escucha nada.

Hace un momento abrió los ojos en medio de una profunda oscuridad y ahora aquella oscuridad desapareció y dio paso a la luz.

Esta acostado.

Su cuerpo se siente blando y cómodo sobre lo que sea que esté acostado.

El cielo se ve claro y hasta hermoso, con las nubes blancas danzando en el infinito azul claro.

El viento sopla golpeando suavemente su mejilla y sacudiendo las ramas de los árboles que Cale no ve, pero que si escucha.

Siente su cuerpo. Cada parte de él.

Puede mover sus manos y pies, su pecho se eleva con cada respiración que da, a su nariz llega el olor del césped y la tierra.

Esta despierto.

.... ¿Lo está?

Cale no sabe, todo se siente tan real para él, pero no puede evitar preguntarse, si es real entonces ¿Dónde están los demás?

Los conoce lo suficiente como para estar seguro de que jamás lo dejarían sin al menos una persona a su lado mientras está inconsciente.

Es más, lo normal sería despertar en una habitación rodeado de un montón de miradas viciosas cuya causa no entiende.

Incluso si se diera la oportunidad de despertar sólo como ahora, debería al menos escuchar a sus poderes Antiguos.

Pero no hay nada.

Nada.

Ni nadie.

Cale no está despierto.

Se siente despierto, pero no lo está.

¿O acaso si está despierto, pero no se siente como tal?

¿En dónde demonios esta?

–... ¿Esto es otro dios queriendo hablar?

Silencio.

–... No parece serlo.

Bueno, si este no es el dominio de un dios que lo llamó para molestarlo, y tampoco era su mundo, o bueno, no un mundo en donde esté despierto, entonces.... ¿Que era este lugar?

Debería levantarse e investigar.

Cale lo sabía, sabía que permaneciendo acostado no conseguiría respuestas.

Pero.

No podía levantarse.

No. Si podía. Podía moverse y si intentaba levantar un poco su cintura, podía hacerlo.

Entonces... ¿No quería?

No. Eso tampoco. Quería levantarse para saber qué demonios era este lugar.

Entonces, si podía moverse y quería hacerlo... ¿Porque no lo hacía?

No tenía idea.

Solo sentía como si... Como si este fuera su lugar.

Era extrañamente familiar.

La comodidad de su cuerpo, el viento en su mejilla, el olor en su nariz, la imagen en sus ojos.

Todo se sentía familiar.

Ya había estado aquí.

Pero no podía recordar en qué momento fue.

¿Será que ahora si podré ser un holgazán?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora