--POV: JULIE—
El sol pegaba directo a mi cara, lo que hizo que me quejara un poco dado que había tenido una noche de sueño interrumpido. La cama estaba lo suficientemente cómoda para no quererme levantar, pero el sol no colaboraba con esto. Así que agarré fuerza de voluntad y me levanté de la misma.
Me miré en el espejo y vi en este a Lando dormido completamente como si fuera un bebé, está tan tranquilo, tan sereno, que refleja paz en todos los sentidos. Así como a veces me siento con él, en paz.
Tomé mi celular y tenía un mensaje de Olivia:
Señorita desaparecida, quiero reportes de usted. Espero no me haya cambiado por otra mejor amiga por allá porque ya tienes una y soy yo, ¿ok? Te quiero muchísimo, llámame cuando puedas. '
Recordé de que mi familia al menos sabe de mí por las fotos que les he enviado del viaje, pero a Olivia se me había olvidado escribirle o llamarla en días. Qué pésima mejor amiga soy y hoy iba a cambiar eso.
Me dirigí a la cocina y como nadie aún estaba despierto, me dispuse a hacer el desayuno para todos. Cuando estaba a punto de terminarlo, Lando llegó a la cocina.
– Buenos días.
– Buen día –respondí.
– ¿Cuánto tiempo llevas despierta? –preguntó aún somnoliento.
– Como una media hora o un poco más –retiré los huevos del sartén y agregué –. Ya puedes comer si lo deseas, está listo.
Hizo un gesto de agradecimiento y me senté a comer con él. Fue agradable que ya sus actitudes raras no estuvieron, me siento igual de cómoda que el primer día. Noté que cuando está somnoliento no emite ningún sonido y tiene la mirada perdida, como si estuviera en otra dimensión; era un poco tierno de su parte. El hecho que me atrapara observándolo me alejó de mis pensamientos:
– ¿Ahora me miras tú? –preguntó de repente dejándome desconcertada.
– ¿Eres imposible de mirar? –bromeé
Negó con la cabeza mientras se reía, y ahora que lo noto, cuando se ríe sus ojos se achinan un poco.
– Puedes mirarme siempre si lo deseas –dijo con un tono juguetón.
E iba a responder si no fuese interrumpida por Max que estaba entrando a la cocina.
– ¿Por qué ustedes siempre se coquetean de manera extraña en la cocina?
Lando y yo nos reímos. Max se veía bastante disgustado.
– Siempre nos cachan en los peores momentos, estrellita –dijo Lando.
"Estrellita".
A decir verdad, era un apodo bonito, sobretodo sabiendo el contexto chistoso por el cual él a veces me llama de esa forma. Es igual que cuando yo lo llamo "desayunitos", dado que esa fue la forma en la que nos conocimos. Ambos tenemos un apodo para el otro que solo cobra sentido si sabes la razón de los mismos, porque si no sabes el contexto, es un poco extraño.
Es un lindo detalle si me pongo a pensar en eso.
Max se adelantó en la cocina, se sirvió un plato y se sentó a comer afuera. Seguí conversando con Lando y poco a poco, fueron llegando los demás y me agradecieron por hacerles el desayuno.
****
Había salido de bañarme y me dirigí a la habitación y él estaba ahí, acostado mirando su teléfono. Me detuve frente al espejo y empecé a cepillarme el cabello. Al poco tiempo, noté la mirada de Lando hacia mí a través del espejo.
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Amor de Verano - Lando Norris (COMPLETA ✔)
FanficElla, latina, 20 años y estudiante de psicología, apasionada por la F1 decide aceptar irse unos meses luego de ganar un concurso, por lo que todo su verano estaría repleto de este deporte automovilístico, en el cual podrá asistir a los gran premios...