Cap. 25: Algo pasa.

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– POV: JULIE –

El sonido de la alarma empezaba a molestarme, por lo que decidí levantarme de la cama e ir directo a echarme un baño para despertarme completamente. Decido colocarme un pantalón fresco blanco, un top azul cielo y unos zapatos blancos cómodos, me peiné y maquillé solo un poco.

Al terminar, salí de la habitación para ir a desayunar. Me llega un mensaje:

Heidi: Hey, ¿estás despierta?

Le respondo:

Holaaa. Sí, de hecho, voy a desayunar. ¿Pasó algo?

Bloqueo el celular y voy camino al restaurante del hotel.

Pasando por el área de la piscina, ya casi llegando al restaurant, Heidi me hace videollamada.

Contesto.

– ¿Desayunamos juntas? –preguntó.

– Ojalá pudiéramos, si estuvieras aquí ya.

– ¿Quién te dijo que no he llegado? –dijo para así enfocar la puerta del restaurante al que me dirijo.

– ¡No puede ser!

Fui corriendo de la emoción, había llegado antes. Pensé que llegaría justo para la carrera o en caso de, para la qualy de mañana.

Al pasar toda el área de la piscina la veo ahí, parada al lado de la puerta, esperándome.

Dejo escapar un grito de la emoción y ella también viene corriendo hacia mí. Le doy un abrazo a penas la tengo cerca y ella igual a mí.

– Te extrañé muchísimo –digo.

– Yo igual.

– Han pasado muchas cosas, debo contarte.

– ¿Desayunamos juntas? Era una pregunta en serio –enuncia.

– Súper sí.

Entramos al restaurante.

Este era muy bonito, a decir verdad. Las mesas eran blancas, las sillas eran verdes, en el techo colgaba un candelabro que lo volvía lo suficientemente elegante, tal y como siempre visualicé a Milán, olía riquísimo y habían flores alrededor.

Busqué una mesa con Heidi, y al encontrarla, nos sentamos.

– Solo nosotras, ¿ok? Al menos por este desayuno –propuso Heidi y acepté.

– ¿Llegaste hoy? –pregunté.

– No me mates –hizo una pausa–, pero, llegué ayer en la mañana.

Abro la boca en señal de sorpresa y me hago la ofendida.

¿Cómo es que está en el mismo hotel que yo desde ayer y no la vi?

– ¿Dónde te escondiste? –pregunté haciendo que se riera.

– Quería darte la sorpresa, pero pasé el día con Daniel, la verdad.

Seguí hablando con ella mientras comíamos. No recordaba lo mucho que la extrañaba, y como extraño también a Kelly y a Isa. Extraño verlas todos los días.

Le conté como ha ido todo con Lando, para ponerla al día y ella me contó sobre su trabajo y cómo le ha ido en la vida.

– Una pregunta, ¿cómo has llevado el tema de los paparazis? Contigo y Lando el asunto ha sido complicado. Noticias, reporteros en el paddock, televisión. Hasta un chofer te reconoció, me comentó Daniel que les pasó llegando a Bélgica.

– Ha sido dura. Esta no es mi vida, es la de él. Yo no me esperaba en un principio ganar y venir a pasar mi verano acá, y ahora todo está así. Siento que di un giro de 180 grados de un momento a otro. Me fui de Latinoamérica siendo yo, y ahora regresaré como la que estuvo en las noticias deportivas por salir con un piloto. No sé, es raro –confesé.

Amor de Verano - Lando Norris (COMPLETA ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora