Amor de Verano - Lando Norris (COMPLETA ✔)

Cap. 33: La fiesta.

– POV: JULIE –

La música a todo volumen, las luces que estaban por todo el lugar y la cantidad de gente que había son mis primeras impresiones al entrar al lugar.

Para ser una discoteca dentro de un hotel, está bastante bien.

– ¡Hola, bienvenidas! Disfruten –se acerca a saludar Chloe.

– ¡Hola! –respondemos al unísono Olivia y yo.

Pasamos a buscar una mesa donde dejar nuestras cosas. Hacia la esquina vimos una mesa disponible y nos dirigimos hacia esta.

– ¿Reconoces a alguien? –pregunta Olivia –. Literalmente yo solo conozco a los chicos y a Heidi, y como si no fuese obvio, no están.

Miro un poco a mi alrededor, y solo reconozco a una persona.

– Solo a Pierre, el primo de Chloe –respondo.

Olivia sigue con la mirada hacia dónde está Pierre.

– Pero está con una chica. ¿Tiene novia?

– Quizá. No me he percatado si la he visto antes, en realidad.

Está acompañado de una chica delgada, de cabello castaño con algunos detalles amarillos por una decoloración, y lleva puesto un vestido blanco.

– ¿Y este interés repentino en Pierre, Olivia? –bromeo.

Olivia voltea los ojos en señal de fastidio.

– ¿Con un francés? No, gracias. Primero muerta –responde.

– No es para tanto –digo entre risas.

Después de bailar un rato algunas canciones, decidimos ir por unas bebidas a la barra. La cual estaba en el segundo piso del local.

Subo las escaleras con Olivia, y esperamos nuestro turno.

– ¡¿Julie?! –escucho que alguien grita mi nombre del otro lado.

Olivia luce igual de desconcertada que yo.

Pero entonces reconozco quién es.

– ¡Massimo!

– ¿Quién? –pregunta Olivia.

Massimo se acerca hacia dónde estamos. Me saluda y le presento a Olivia.

Qué extraño encontrarlo aquí.

– Qué bueno que viniste.

– ¿Qué bueno que vine? –frunzo el ceño –, ¿cómo sabías que venía?

Hay un silencio de unos segundos hasta que él agrega.

– Hablé con la familia de Chloe, ellos me contrataron. Y tuvimos que pedir la lista de invitados para confirmar cuántas botellas eran necesarias para todos.

No parece muy convincente lo que dice, sin embargo, lo dejo ir.

– ¿Qué desean beber? –pregunta Massimo.

– Una ginebra para mí –digo.

– Y para mí, un ron con coca –termina diciendo Olivia.

Massimo empieza a preparar nuestras bebidas, y mientras lo hace, noto que Olivia tiene el ceño fruncido.

Nos entrega nuestras bebidas y me dirijo hacia abajo con Olivia, y mientras bajamos las escaleras, esta me dice:

– No le creí nada de ese cuento.