Capítulo 17

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~Aaliyah~

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~Aaliyah~

La novia embarazada del hermano de Fawke, es decir mi cuñada, me hizo recordar cuán grande era mi apetito al ver su foto de Instagram, tenía hambre y quería compañía. Me subí al auto en busca de mi socio con solo ese objetivo en mente. Llego a la torre de apartamentos en donde vive y me dirijo al penthouse.

—Carajo, ¡sal ya de mi mente!

—¿Estás bien?

No parece.

—Sí. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —cuestiona y con todas esas preguntas mi hambre empieza a disminuirse. Dejo que eso suceda porque ahora la curiosidad reemplazó el apetito —. Espera ¿eso de allí es mi desayuno?

—Así es —le respondo mientras quito las cosas de una mesa que hay en el centro de la sala de su habitación —. Estaba sola, no me gusta comer así.

Me dirijo al suave sofá.

—Realmente me sorprende este gesto tan noble y bueno viniendo de la reina oscura que prometió torturarme hasta el final de mis días.

—Ja ja, que gracioso. Solo quise ser amable, pero si no quieres mis hamburguesas de Wendy's puedo ir a comer con mi novio o con tu mejor amiga Heaven. Seguro a ella le hace falta compañía.

—Está bien, ya me callo —le da una mordida a su comida —. Siempre supe que te preocupas por mí.

—Seguro. Tanto que me preocupo por tu integridad que voy a hacerte pedazos si algo haces mal —le recuerdo para que no se le ocurra que por estar de buen humor dejo de ser intimidante —. Que te quede claro.

—Una buena sesión en el spa no le vendría mal a esas malas vibras.

—Un golpe en esa bella cara tampoco.

No puedo decir que no pienso eso que dije sobre el rostro de Oran, pero no quería decirlo en voz alta jamás. Me toma por el brazo y me pega a él. Muerdo su labio inferior cuando empezamos a besarnos.

—Tengamos sexo, Oran —gimo.

—Como ordenes.

Oran me toma entre sus brazos y permito que esta vez él tenga el control.

~×~

Suelto un jadeo y busco sus labios para callarlo. Se separaba un poco.

—¡Metela ya! —grito cuando su mano sigue masajeando mi entrepierna —. ¡Eso es! — comienza lento, pero rudo.

Mientras me acerco a mi orgasmo el empuja más su mano contra mí.

—No puedo creer que eso haya sido tan... Bueno. Te soy honesta White, no coges mal —me sincero mientras me separo de él.

—No te vayas así. ¿Acaso sólo me usaste? —me cuestiona y me mira como si él nunca hubiera hecho lo mismo con una chica.

—No vine a tener sexo con mi socio, pero me alegra haber terminado así —digo —. La verdad White, solo vine para comprobar que aún siguieras en tu apartamento y no hubieras huido del país.

—Una gran idea que no se me ocurrió antes —responde con total sinceridad y aunque fue un chiste parece que a él no le hizo gracia alguna porque sus ojos denotan aflicción y tristeza —. Nos vemos en el trabajo.

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Chantaje #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora