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~Fawke Smith~
Abro los ojos.
Lo hizo otra vez: se metió en mi cabeza hasta que mi cuerpo no soportó su ausencia y terminé bebiendo alcohol hasta dormir.
Llegué a mi departamento anoche después de ver a su maldito esposo, no quería pensar en nada, pero ella seguía apareciendo en mi mente.
—¡La quiero ver sufrir! ¡La quiero ver sufrir!
—Mi amor... ¿Por qué dices cosas tan horribles? —dice ella —. Intentaste apartarme, pero no te funcionó. ¿Es que no lo ves? ¡Somos el uno para el otro!
—Oran es tu esposo. Tú no eres real. ¡Tú lo amas a él! —grito tan fuerte como puedo —. ¡Carajo! ¡No eres real! ¡Lo amas a él! ¡¿Por qué lo amas a él?!
—¿Estás loco? ¡Al que amo es a ti! —dice —. Amor...
Me concentro en ignorarla.
~×~
Aaliyah Turner
Lo de la noche anterior había sido muy desafiante, tan irritante e incontrolable, justo como él.
—¿Aaliyah?
Son las tres de la tarde y no dormí nada desde ayer, mi cara debe estar hecha una mierda.
Tras un suspiro, subo la mirada y me encuentro con mi progenitora, me ve de una manera que no puedo descifrar su sentir.
~×~
Caminamos a la par la una de la otra.
—Una vez más tengo que pedirte consejos —digo —. Es sobre mi esposo...
Bien, ya lo dije, ya acepté que Aaliyah Turner no puede con todo. Todos necesitan de alguien en algún momento y pensé que yo era la excepción, pero he descubierto que no. Le doy un sorbo al café que tengo en la mano esperando a que Judith diga algo, parece estar procesandolo.
—¿Intentaste hablar con mamá? —pregunta y no entiendo que relación tiene con lo que acabo de decirle, parece notarlo porque continúa: — mamá podría saber dónde lo tienen a él y a nuestra hermana.
¡Por supuesto! Vaya, a veces si me paso de tonta, por suerte Judith es la lista de nosotras. Porque sino...
—Iremos a hablar con ella entonces —declaro y caminamos hacia allí.
Quiero repuestas.
—Lamento interrumpir tu descanso, mamá. Pero necesito repuestas, necesito saber qué hacías allí y por qué conoces a la persona que tiene a Noor y a Oran —voy directo al grano y Judith me ve divertida por mi actitud —. Siento atormentarte —me disculpo porque en verdad no quiero herirla.
—Ok, para empezar, yo conozco al mal nacido que está haciendo esto porque es tu ex novio —me señala algo que debí haber pensado antes.
Mamá sigue relatando todo. Hay tantas cosas que no sabía de ella, se dedicó al espionaje desde los veinte años y se hizo un nombre en esta profesión, pero la dejó cuando resultó embarazada de mí.
—Así que no soy la única que sabe defensa personal —digo para aligerarnos poquito.
Ella sigue hablando.
—¿Intentaste detenerlo? ¿Tú sola?
Así que de allí salió el pensamiento de creerme invencible.
~×~
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