~Aaliyah Turner Green
Olvidé que en algún momento de mi vida mi amor por este idiota me había hecho débil. Y no dejaría que volviera a pasar.
No me sentía para nada bien. Jamás había experimentado una resaca, pero sí había escuchado a Judy quejarse de ellas, podía imaginar que era algo parecido a esto, aunque diez veces peor. Sentía todo mi cuerpo entumecido y apenas podía abrir mis ojos.
Estaba asustada y no sabía qué hacer.
—Tenemos trabajo que hacer, ¿Quieres dejar de dormir, Turner? No tenemos todo el día, mi vuelo a las Maldivas sale en siete horas —explicó.
—Ahora ¿vas a colaborar o seguimos dándote medicina? —preguntó el otro hombre parado junto a él.
—Aaliyah, siempre has sido una chica lista. Sé que tomaras la mejor decisión —aseguró y se acercó a mí.
Te acercas un poco más y te mato, Fawke.
—Ali —habló nuevamente.
—Odio que me llamen así.
—Solo dale lo que quiere —pidió el otro hombre.
—Bueno, si supiera dónde está quizás se los daría. Pero son tan idiotas que ni siquiera de eso se percataron.
—Así que será por las malas —dijo el que sostenía la inyección con una sonrisa de satisfacción cuando me inyectó.
Fawke y Charlie pronto se volvieron dos manchas difíciles de identificar. Mi cuerpo cayó en el estado de inconsciencia otra vez y ya no luchaba por no dejar que pasara.
~Fawke Smith Thomas~
Me parece que Aaliyah estaba diciendo la verdad.
Olvidé cerciorarme de que en verdad lo tuviera, pero mi secuaz dijo que lo tenía acá. En todo caso, de no estar aquí, el idiota que nos hizo perder el tiempo sería él.
Realmente no quería llegar hasta estos extremos, tener a toda la familia Turner en una habitación atados a una silla contra su voluntad. Tenerla a ella cedada para que cooperara y al resto de su equipo drogado por el mismo suero que a ella. Pero Charlie tenía razón, esta era la única manera de que ella nos diera lo que queríamos. La única manera de dejarla atrás de una vez por todas.
Ella no me amaba, era momento de dejar de hacerlo.
—¿Le vas a creer esa mentira tan simple? Ambos sabemos que Turner nunca fue buena para ocultar la verdad —dijo señalando lo que él creía que era obvio y yo solo reí ante su comentario —. Oh, por dios. No me digas que en verdad le crees.
Justo cuando iba a contestar, una llamada de Amelia ilumina mi teléfono.
—¿Interrumpo? —pregunta mi otra aliada, pongo la llamada en altavoz.
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Chantaje #PGP2023
Adventure-De verdad quisiera no haberte conocido, porque la herida más grande fue tu amor.