5. Neoyorquina.

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Habían pasado dos semanas.

Dos largas semanas, en los que había hecho cosas muy productivas. Mi conciencia se bajo las gafas y arqueo una ceja. Bien, en realidad no había hecho nada productivo, pero no es como que se pudiese hacer mucho en este internado.

Y con lo vaga que eres.

Somos, querida, somos.

¿Por dónde iba? Ah sí. No había hecho nada más que ir a clases, comer y dormir.

Propio de una vaga.

Oye ¿Me dejaras continuar con mi relato?- silencio-

Como decía. Solo iba clases, al comedor y a mi habitación. Bastante tranquilo, podría hasta decirse que todo ha ido mejor, pero no estaba segura. Con Tessa, me llevaba bastante bien, nos habíamos vuelto cercanas y era la primera persona del sexo femenino a quien me complacía catalogar de amiga.

Pasábamos mucho tiempo juntas, estudiando, haciendo bromas. Ella venía a mi habitación y viceversa. Con Sam era casi que la misma historia, se sentaba con nosotras en los almuerzos y en la única clase que compartíamos, no parábamos de reír.

Miranda, oh sí. Debo mencionarla, porque la chica había alardeado hasta el cansancio que me había amedrentado. Se regodeaba con sus amigas, mientras que yo, la dejaba tranquila, puesto que no quería problemas, ella seguía pensando que me había atemorizado su advertencia. Si claro, como si una inútil pudiese darme miedo, pero en vista que no quería una expulsión me controlaba, y vaya que adoraba mi autocontrol.

Con respecto a Cameron, no había vuelto a hablar con él. Mi conciencia me mira mal.

Lo más estúpido que has hecho.

Solo es sentido común.

Careces de eso.

Los había evitado a toda costa, Cameron o mejor dicho Keith gritaban problemas por todos lados. Y si, a Keith, también lo había evitado, tanto que no nos habíamos puesto de acuerdo para mis tutorías de historia.

Con Lyssa y Gabe había hablado varias veces a la semana, en donde Lyssa me contaba cómo le iba en la universidad y su novio y Gabe me platicaba de su día a día como si nunca me hubiese ido y que estaba saliendo con una chica y que ahora si iban en serio.

Me alegraba por él.

Mi madre, ella está bien, gracias. Les manda saludos. Se aleja.

No había sabido nada de ella en esas semanas que llevaba en el internado y se preguntaran ¿cómo podía ser? no tenía ni idea, pero así solía ser Madeline, todo lo que a mi concernía, a ella le desagradaba ¿Qué si me afectaba? me dolía, pero cuando ese tipo de actitudes se vuelve rutina en tu día a día, aprendes a sobrellevarlo o a actuar como si no me afectara nada.

¿Qué podía haber hecho yo que le desagradase tanto?

Nacer

Pues que mal, porque yo no decidí nacer.

Y eso era algo, que algunos padres deberían entender. Ella me lanzó aquí y ni ha preguntado como estoy. En casa era igual, usualmente solo hablaba con mamá cuando me expulsaban y eso era poco porque estudié en casa y solo había asistido al colegio el último año, que se reducía a diez meses. Nuestra relación nunca había sido buena, porque en realidad, yo no era deseada y eso me lo dejaba claro muchas veces.

Envidiaba a mi hermana porque ella obtenía su atención, en realidad odiaba su relación con ella, porque mamá siempre dejaba claro que su única hija era Alyssa, pero no odiaba a mi hermana al contrario la amaba, porque Lyssa siempre buscaba la manera, que yo estuviese bien.

Amanecer En ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora