30. Rosemary.

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—... promételo Keith —dijo Cameron y su voz sonaba con tanta urgencia, que me preocupe.

—Te lo prometo —susurro Keith con convicción.

¿De qué hablaban? ¿Y que tanto le urgía a Cameron que Keith prometiera algo?

—¿Una pinky promise? —pregunte abriendo los ojos. Ellos me observaron, tal vez preguntándose si había escuchado algo, eso despertó aún más mi curiosidad.

—¿Estás bien? —preguntaron a la vez, ignorando deliberadamente mi pregunta. Los mire a ambos.

—Sí, con un poco de dolor de cabeza, pero nada más —dije.

—En ese caso, toma —Keith, me tendió una pastilla y un vaso de agua— aliviara el dolor.

—Gracias —dije acomodándome un poco— ¿de qué hablaban? —pregunté directamente, ya que el mirarlos o sus expresiones no me lo dirían.

—Eres una cotilla.

—Solo tengo curiosidad —refunfuñe.

—La curiosidad mato al gato —soltó Keith.

—El gato murió sabiendo —dije y me crucé de brazos.

—Estas jodido —dijo Cameron con una sonrisa y Keith suspiro teatralmente.

—Muy bien, pitufina curiosa, solo le decía a Cameron lo bien que se vería con Brianna —los mire a ambos con una ceja enarcada.

—No les creo —ellos se miraron, eso despertó aún más mi curiosidad —pero lo dejare pasar —ambos parecieron relajar los músculos, pero seguían alerta— ¿pueden decirme por favor donde está mi celular? —Cam me lo paso.

—No ha dejado de sonar —dije y yo asentí. Lo revise.

Ay madre tenía llamadas perdida de Lyssa.

Ya nos van a reñir.

Y de Gabe.

Ya valimos.

Mi teléfono sonó nuevamente y dude en contestar, pero sería peor si no lo hacía.

—Hace solo unas horas que te deje en el internado ¿cómo es que, ya estás en el hospital? —Preguntó Lyssa y se oía agitada.

—Tuve una fuerte reacción alérgica —murmuré.

— ¿Solo una reacción alérgica? ¿Solo eso? Charlotte Callahan ¿en que estabas pensando?

Lo dicho, ya valimos.

—Fue un accidente, Lyssa.

— ¿Debo demandar a alguien? —la escuche gruñir y mucho movimiento.

—No —dije rápidamente— fue un error humano Lyssa, no hay necesidad de llegar a eso. ¿Dónde se supone estas?

—En el aeropuerto, ya voy para allá.

—No Lyssa, no es necesario. Ya se hicieron cargo de todo. Estoy bien y Keith nos cuida.

—Como si el hecho de que tu novio los cuida, fuese arreglar la situación.

—No es mi...

—No me interesa, Charlotte. Primero lo de la piscina y ahora esto ¿la próxima vez que será? siento que en cualquier momento ya ni siquiera podre tener esta conversación contigo y reñirte —dijo y la voz se le quebró.

—Lo siento Lyssa. Nunca quise causarte problemas.

—No los causas boba. Solo quiero que entiendas, que eres lo único que tengo y si algo te pasa...

Amanecer En ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora