51. Un caos y un perfecto amanecer

71 5 2
                                    


Tres meses después.

Me miré en el espejo, y sonreí.

Me gustaba lo que veía, el vestido que había escogido mi hermana era precioso y más precioso era porque lo había escogido ella.

Una mañana simplemente se apareció por casa, con una caja y me lo mostró. No pude negarme y después de algunos ajustes, dado que yo era un poco plana y baja, me había quedado perfecto.

El cabello caía sobre mi espalda, con un hermoso recogido y este brillaba a contraluz, había decidido dejar mis anteojos y usar lentillas, los zapatos me hacían unos centímetros más alta y el maquillaje era suave, en mi rostro.

Sonreí feliz con el resultado.

-Estas preciosa, Charlie -dijo la señora Claire detrás de mí.
Con una brocha en la mano, y una paleta de maquillaje en la otra. Ella se había asignado la tarea de arreglarme y yo estaba más que encantada con los resultados.

Me mire nuevamente.

-Gracias -murmure cohibida.

-Serás la chica más preciosa de toda la fiesta -dijo y yo reí, sonrojándome hasta las raíces, me gire a ella y no dude en abrazarla.

Ella en estos meses, había hecho por mí y me había demostrado todo el amor de madre, que Madeline no me había mostrado en diecisiete años.

-Pero no vayas a llorar, que se te correrá el maquillaje -dijo y yo reí.

-Gracias por todo.

-Basta niña, no tienes que agradecer.

-Pero, aun así...

-Pero aun así nada -dijo y cuando iba a agregar algo más, la puerta fue abierta de forma imprevista.

-Ma... ¿Lottie? -preguntó la pequeña mirándome de arriba abajo- estás tan lindaaaaaa -dijo alargando la a- y tu vestido es tan bonito -dijo y yo reí. Su mamá carraspeo- ah sí, todos están abajo te están esperando -dijo y yo volví a reír.

-Ya vamos -dije y ella asintió saliendo de la habitación.

Le sonreí a la señora Claire y junto a ella, bajé las escaleras de la casa, todos estaban reunidos en la sala y esta se sumió en un silencio apenas puse un pie en ella y sonreí cohibida.

-Charlie, estás preciosa -dijo mi hermana levantándose del sofá, donde hablaba amenamente con mi papá y me abrazó, ella se separó de mí y posó una mano en mi mejilla-. Serás la niña más bonita de la noche, hermanita -yo reí.

-Gracias a ti, el vestido es una preciosidad...

-Pero la modelo lo es más -soltó Keith, mirándome y pude jurar ver sus ojos brillar, me sonrojé y él pareció también hacerlos, cuando noto todos los ojos sobre él y pareció notar que pensó en voz alta.

Él pestañeó y Cameron que estaba a su lado, le colocó una mano bajo la barbilla.

-Pero cierra la boca -dijo este con una sonrisa guasona y Keith se enfurruño, sin apartar sus ojos de mí, este me guiño un ojo.

-El niño bonito, no teme perder un ojo -amenazó Gabe, mirándome.

Keith lo miro.

-Mi niña, si estás bellísima -dijo papá, cuando Lyssa le dio espacio, él me tomó de los hombros y juró poder ver sus ojos cristalizarse. El pareció debatirse entre sí abrazarme o no y yo simplemente acorte la distancia que nos separaba, pasando mis brazos por su torso.

Me alegraba tanto tenerlo en mi vida, me alegraba tenerlos a todos en mi vida. Gabe, Lyssa, Cameron, la señora Claire, Becca, la bebe Ross, Grace, papá y sobre todo Keith.

Amanecer En ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora