Después de esa amena platica, ninguno de los dos dijo nada más. Solo nos quedamos en silencio, mirando la tranquilidad del agua de la piscina y lanzándonos miradas de vez en cuando. Cameron no apareció en ningún momento y llegue a preocuparme de lo que sea que le dijese su padre. Quizás no le había gustado mi visita.
La angustia me estaba corroyendo, pero no dije nada al respecto. Ya luego hablaría con él y después de una rato ambos decidimos subir a nuestras habitaciones y apenas cerré la puerta tras de mí. Suspire y sonreí como una boba.
Es que eres una boba.
Me tire sobre mi cama y tome mi laptop, era lo último, que quería, pues no necesitaba los detalles del lanzamiento, de la maldita colección y apenas la abrí una imagen, salto ante mí.
—Llevo esperándote más de una hora —se quejo.
Mierda, casi me caí de la cama. La mire mal.
—¿Es que estás loca? deja de hacer eso —dije colocando una mano sobre mi pecho— un día vas a matarme y estará en tu conciencia —ella me miro con una ceja enarcada.
—Eres una dramática —me acomode un poco— no me has llamado.
—No quería hablar con nadie —me sincere.
—Perdón...
—Lyssa...
—No, escúchame —me corto— lo lamento ¿sí? no he sabido protegerte de mamá. Yo no lo sabía. Si lo hubiese sabido, no hubiese permitido que lo hiciera. Lo que hizo fue desagradable.
—Lyssa, está bien.
—No, no está bien. He debido protegerte de este desastre y no lo he hecho. Tú no tienes a nadie más y mamá ha sido demasiado cruel contigo. Lamento, que haya tenido que suceder esto, para darme cuenta.
—Lyssa, no puedo culparte por intentar ver lo bueno en las personas.
—¿Me estás diciendo estúpida?
—Puede —ella rio y me miro— no fue tu culpa.
—Lo lamento de verdad, Charlie. ¿Y qué harás? ¿Pondrás una denuncia? es tu trabajo y yo te ayudare en...
—No.
—¿Qué?
—No puedo hacerlo, Lyssa. Nunca podría hacer algo así, yo no soy ella y en el fondo, tú tampoco quieres que lo haga. Al final del día y en cualquier parte, seguirá siendo nuestra mamá.
—Pero te ha hecho mucho daño y te ha perjudicado —susurro.
—No quiero seguir hablando, Lyssa.
—Vale está bien, lo que tu decidas, eso será ¿cómo te han tratado los McCallister?.
—Son una familia acogedora —dije y no mencione el comportamiento extraño del señor McCallister.
Le platique un poco acerca de la señora McCallister, Grace, Cameron e incluso el mismo Keith.
—Los ojos te brillan como dos faroles ¿a qué se debe? —la mire sin comprender.
—¿Qué?
—Te gusta alguien ¿es ese Cameron? —pregunto en un susurro, ella esperaba una respuesta.
—No.
—¿Es Keith? —pregunto y sentí mis mejillas enrojecer— si es él. Te gusta.
—No.
—Sí, si lo hace.
—No, este mal. Él tiene novia. —Me miro con una sonrisa— ¿es eso no? ¿Qué tiene novia? —mire alrededor de la habitación, antes de enfocar en ella—. Llegare para año nuevo—solté el aire retenido.
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Amanecer En Colores
Teen FictionUna chica, dos chicos y un internado, son la ecuación perfecta para un sin fin de problemas. Dos chicos, que se niegan a quererse. Charlie, intenta evitarlo. Keith, intenta evitarlo. ¿Y qué pasa cuando la una gota de lluvia colisiona con un rayo de...