25

2.9K 276 63
                                    

Las tres semanas habían pasado realmente lentas para los tres, tiempo suficiente para poder pensar las cosas y tomar desiciones.

Justo ahora la pequeña pelinegra se encontraba frente a la correcional junto a un chico de cabello blanco y otro con una notable cicatriz en su rostro.

-No estes nerviosa- le animo el chico guiandola a la entrada del lugar.

-Todo estara bien- habló el peliblanco caminando frente a ambos.

Después de muchos procedimientos el trío ahora se encontraba esperando a que ambos chicos aparecieran.

La pelinegra estaba nerviosa, acomodaba su cabello y arreglaba su ropa cada minuto, cosa que también estaba afectando a sus acompañantes.

-Basta nos pones nerviosos- regaño el peliblanco mientras la tomaba de la mano.

-Toda yo soy un manojo de nervios, no me pidas que me calme Izana- apartó su mano rápidamente al mismo tiempo que se levantó al ver a ambos chicos.

Queria abrazarlos y ellos a ella aun que lograron disimularlo demasiado bien,en cuanto a la chica se lo impidieron los oficiales que los cuidaban.

-Gracias por venir- habló el mayor tranquilo observando a los tres.

-Ran, Rin, ¿Como se encuentran?- hablo preocupada, mientras lagrimas amenazaban con salir.

-Estamos bien, gracias por preocuparte Hall- Izana los observó de forma confundida ante lo último dicho, sin embargo no dijo nada.

Kakucho que estaba mas que enterado sobre la decisión de ambos, busco la mano de la chica mientras la apretaba, tratando de darle fuerza.

-No será necesario que lo hagas de ahora en adelanté- hablo el menor llamando la atención de la chica.

-¿Que?- preguntó confundida volteando a ver a ambos.

-Estamos cansados de ti Hall- Ran hablo de forma brusca sin voltear a verla.

-Ya obtuvimos lo que queriamos de ti, ahora no nos sirves para nada- esta vez fue turno del Haitani menor que hablo con desinterés.

Poco a poco la molestia de la chica junto con el peliblanco empezaba a hacerse notar.

-¿Que demonios les pasa Haitanis?- habló el peliblanco, si bien las interacciones con la chica habian sido pocas, le había tomado cariño al ver como sus hermanos y abuelo hablaban de ella.

-Solo décimos la verdad- el mayor no volteó a verlos -Era desesperante estar con ella, solo era un capricho.

-Ahora ya no tenemos que fingir, ya no nos sirves, así que vete- finalizó el menor aun que por dentro rogaba por que ella no hiciera caso, "Por favor se terca como siempre, perdonanos"

-¿Solo eso?- preguntó en voz baja mientras empezaba a derramar lágrimas.

-No te queremos volver a ver, nunca- hablaron los dos al mismo tiempo, la chica se libró del agarré de su mano, "Es mentira, quédate con nosotros"

-Entiendo- se levantó rápidamente siendo seguida por el peliblanco que simplemente los miro con desaprobación.

Cuando ambos desaparecieron por completó, los hermanos soltaron un suspiró mientras negaban.

-Kakucho, protegela- habló el menor, que aún observaba el lugar por donde había desaparecido la chica.

-Ni siquiera tenias que pedirlo- habló tranquilo observando al par -Cuando salgan, van a tener mucho que explicar, eso si logran sobrevivir a TOMAN.

¡Boyfriends!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora