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Los chicos se detuvieron frente a un restaurante, algo sencillo pero lo suficientemente elegante, agradecía por aver pedido la ayuda de Emma.

-¿Aquí?- señalé confundida, sabia que los hermanos tenian una buena economía, pero se sentía tan raro verlo de primera mano.

-Si, aquí princesa- Ran me tomó del brazo delicadamente y Rindou colocó su mano en mi espalda, ambos guiandome.

-Se que solamente te dije un café, pero claramente eso no seria todo lindura- hice una mueca, por alguna razón no me gustaba ese apodo, no viniendo de él.

-Suena raro, no me digas así- me queje volteando a verlo, aun que este solamente se rio, ya estabamos dentro y nos habian asignado una mesa cerca de un gran ventanal dandonos una vista a un hermoso jardín.

Había orquídeas y campanillas, muchas a decir verdad, como los chicos se habían puesto justo enfrente del ventanal, tenía una excelente vista, saqué mi celular y les tomé una foto aun que estaban distraídos.

-¿Porqué rayos son tan fotogenicos?- me queje, aun distraídos habían salido tan bien.

-¿De que hablas princesa?- volteo a verme Ran tranquilamente, desvíe un poco la mirada y les enseñé la foto.

-No es justo, salen demasiado bien- Rindou me quito mi celular unos momentos y luego me lo regreso con una sonrisa.

Los vi desconfiada y lo revisé, había colocado la foto como mi fondo de pantalla.

-Ahora cada que veas tu celular nos veras a nosotros- se recargó en la palma de su mano.

-La voy a quitar, no quiero asustarme cada que lo desbloque- me burle pero guardé mi teléfono nuevamente.

Ellos también me tomaron algunas fotos, incluso me habían tomado de la mano solo para tomar una de muchas.

Como yo nunca había venido a este lugar, ellos eligieron por mi y debía de admitir que la comida estaba sumamente deliciosa, ambos hermanos solo me observaban dulce mente mientras comían.

-¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara?- ambos negaron, Rindou se acercó y acomodó mi cabello a tras de mi oreja.

-Solo apreciabamos lo hermosa que te ves- Ran sonrió y yo solamente me sonroje, aun no estaba del todo acostumbrada a sus constantes cumplidos.

-Gracias- susurre aun que él menor de ambos me escuchó perfectamente y me dio un pequeño beso en la frente.

-¿De qué?, estamos diciendo lo obvio- me reí no esperaba esa muestra de afectó por parte de él.

Terminamos de comer y me ofrecí a pagar la mitad de la cuenta pero no me dejaron hacerlo, alegando que no seria caballeroso de su parte y quien sabe cuantas cosas más.
Saliendo del lugar nos dirigimos a un pequeño parque ya que ambos querian caminar.

Y como era costumbre me encontraba en medio de ambos, solo que esta vez estabamos tomados de la mano.

-Ya te invitamos el café ahora se nuestra novia- se burló Ran al mismo tiempo que nos deteniamos frente al estanque.

Solamente me reí -No, ¿Por que querría ser novia de ustedes?- dije de broma, pero ambos hermanos me acorralaron, estaba pegada al pecho de Ran, quien me sujetaba firmemente de mis caderas, mientras que Rindou estaba frente a mi dando pequeñas caricias en mis brazos.

-Somos tu mejor opción y lo sabes Hally- susurró Ran en mi odio para después morderlo con delicadeza, por instinto solte un jadeo aun que no completó porque Rindou se había apoderado rápidamente de mis labios.

Sus labios eran suaves y sabía bien lo que hacía, esta vez el beso era lento aun que exigente.

-Chicos... alguien nos puede ver, paren- susurre entre el besó, parecía que Ran tenía un problema con mi cuello porque otra vez estaba besandolo aun que un poco mas rudo que antes y entonces sentí como me mordia y succionaba.

¡Boyfriends!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora