En que momento me jodí, en que momento me perdí, en que momento te deje ir, en que momento deje de sonreír, en que momento deje de vivir, en que momento deje de ser feliz, en que momento en esto me convertí.
En que momento la soledad llegó, en que momento el amor huyó, en que momento todo colapsó, en que momento esto sucedió.
Mi apariencia era un horror, en mis ojos no encontraba más que decepción, el cansancio cada ves era peor, estaba en una lucha que mi voluntad nunca ganó, mi mayor luz se apago, mi mayor pasión se extinguió. La adicción solo me estancó, las palabras ya no tenían valor, y mucho menos el éxito que alguna ves me lleno.
Porque no lo pude ver, porque no lo pude detener, porque todo tubo que desaparecer. Pensé que no caería, que eso nunca me pasaría, esto ponía en riesgo mi vida, y ni aun así me detenía.
Mi sistema la ansiaba, mi cuerpo la necesitaba, con ella la claridad no se imaginaba. La droga era como mi fiel amiga, con mi nota era que bien me sentía, volar con ella era lo único que quería, nunca creí que adictiva se volvería, que poco a poco me destruiría, que mi alma mataría, que mi soledad intensificaría.
Ella calmaba el temblor, ella calmaba todo el dolor, para mis problemas era la solución, aún recuerdo cuando por primera ves mi mente viajo, cuando mi cuerpo por primera ves la probó, cuando mi nariz por primera ves la aspiró, cuando esto por primera ves me superó. Cuando mi amigo me la presentó, me dijo que con ella nada sería peor, que con un poco se borraría el exterior, y estaría yo sólo en un mundo de color, así fue hasta que todo eso me consumió, hasta que esa sustancia me doblegó.
Al pasar los años ya no buscaba un salvador, a las adicciones les había entregado mi corazón, a las malas decisiones el control, ya no escuchaba mi razón, sólo a esa macabra voz, que me decía "no la dejes porfavor, la necesitamos para estar mejor."
Llegué a no querer estar sobrio, las personas me miraban de otro modo, ya no era el chico de lindos ojos, el del talento grandioso, ya no era tu chico gracioso, tu chico glamuroso, ya no era tu más grande loco, ya nos veíamos poco, ya no me querías como tu novio, porque era un desastre muy obvio.
La habitación era mi cárcel, las noches eran agobiantes, no sabía cómo levantarme, quería ser el de antes, el que te decía cosas interesantes, el que te llevaba a lugares impresionantes, el que se acurrucaba contigo luego de explorarte, el que no se cansaba de abrazarte, daría todo por recuperarte.
No sabía que día era, no sabía que me provocaba tristeza, no sabía que la depresión era mi compañera, eramos como las torres gemelas, no sabía que las cortadas eran por la pena, no sabía que mi alma estaba en una perdición severa, no sabía que estaba atado a unas cadenas, que cree sin darme cuenta.
Escrito por:iconica
Imagen de su autor.
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ESCRITOS DE ICONICA
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