MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

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Seokjin fue hasta la pequeña biblioteca de Namjoon, él sabía que allí tenía los libros sobre los lobos astrales que Hoseok una vez le regaló para que se pusiera al tanto de lo importantes que ellos como alfas lunares, eran.

Pasó y pasó páginas, encontrando información sobre todos los posibles lobos astrales que existían hasta llegar a la raza lunar, los hijos de la luna.

Ellos, al ser los alfas elegidos por el astro más importante de todos los lobos, tenían el mando astral de su raza, todos los lobos, fuesen alfas o no, le rezaban a la luna y juraban por ella.

La luna siempre ha amado al sol. La noche siempre anhelará el día y viceversa.

Los alfas lunares necesitan el amor de todas las estrellas que acompañan a la luna. Existen dos alfas involucrados con las estrellas, pero solo uno de ellos dos será el elegido para amarles junto a la estrella más grande; el sol.

La hija del sol, el hijo de las estrellas y los hijos de la luna.

Tragó, tal vez Namjoon ya lo sabía, ya lo había leído pero no quería comentar nada hasta no estar seguro. Los dos únicos alfas astrales involucrados con las estrellas que él conocía, eran Jungkook y Taehyung, si solo uno de ellos dos era el elegido, definitivamente no se trataba de Taehyung.

Entonces Jungkook era la opción.

—¿Por qué?— murmuró.

Siempre habían sido solo ellos tres, entendía que Namjoon y él eran el centro de todo, pero, jamás habían pensado en qué su amor se extendería a uns cuarta persona. Siguió leyendo.

Los acontecimientos se darán para que todos los astrales se conozcan y conozcan a su especial.

Recordó entonces que Hoseok les había dicho una vez que todos los lobos astrales tenían que enamorarse de omegas o alfas que fuesen especiales, nunca de un lobo o loba comunes porque de ser así, no funcionaría el sistema astral, sus omegas eran especiales, las omegas de Taehyung también lo eran y si su intuición no le fallaba, Yoongi estaba enamorado de Jimin porque este también era especial por su condición como zeta.

Jungkook estaba con Halley y ella era una omega común.

—Jinie.

Se giró, estaba tan inmerso en su lío mental, que no se percató de la presencia de su esposa, la cuál estaba leyendo cada renglón que él ya había leído.

—Preciosa...

—Explícamelo.

Algo había tenido que suceder el día en que fueron a buscar a Yangtae, porque si eso era cierto, Namjoon y él tuvieron que ir, igualmente, en busca de Jungkook y no lo hicieron.

Noche de la llamada de la omega

Seokjin reía a carcajadas, Namjoon resultó ser un alfa muy divertido y ocurrente, no se cansaba de él o de sus comentarios, le encantaba.

Bebían una copa de vino sentados uno junto al otro en su sofá, frente a la televisión encendida que lo único que hacía era mantener el ruido de fondo, pues su conversación fluía, llevaban días compartiendo y sintiendo aquella inusual conexión que los unía y hacía coquetear sin darse cuenta.

La diestra de Seokjin se mantenía en el hombro de Namjoon y este suspiraba cada vez que sentía el apretón del mayor en la zona.

Las risas se detuvieron cuando ambos escucharon una voz femenina retumbar y llamar sus nombres en sus cabezas repetidas veces, entonces se pusieron de pie en sincronía.

Omega los estaba llamando.

—¿Tú igual? ¿Oyes eso?

Seokjin asintió.

—Deben ser hermanas, supongo. Estamos conectados, eh.

Namjoon rió, negando.

—Vamos. Tenemos que buscarlas.

Rumbo a la salida, Seokjin se preparaba, usaba su abrigo y peinaba su cabello cuando escuchó una voz masculina mencionar su nombre.

—¿Llamaste?— Namjoon llegaba a su lado y negó— Ah, pensé que me hablabas.

—También te escuché, por eso vine rápido.

Bufó.

—No te llamé. Mudate, aquí espantan.

Esa había sido la voz del alfa de Jungkook. Nunca fueron en busca de su segundo destino.