MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

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Lo alcanzó a detener.

—No podemos alejarnos demasiado, tal vez nos necesiten allí adentro.

—Creí que dijiste que podían encargarse ellos solos.

—Y pueden, pero siempre hay posibilidades— lo retuvo tomando su muñeca— Yahír llegará con Hoseok en cualquier momento para recoger a las víctimas.

—Entonces nada tenemos que hacer nosotros dos aquí.

—Nuestra función era encontrar el cuerpo del viejo. Pero Yoongi puede hallarlo y desconectarlo.

Kai les había dicho que ese cuerpo se mantenía en constante alteración para mantenerse, les dio las horas en las que podían retirarlo con éxito pero advirtió que la seguridad que lo protegía era enorme, así que tendrían que rebasarlos.

Entrarían si lo veían necesario.

—Bien— se soltó de un tirón— no me toques.

—Estaremos unas horas aquí de pie, intentemos arreglarlo mientras el tiempo pasa.

—¿Cómo vamos a arreglar el hecho de que Halley va a morir? No se me ocurre como, ah, ya sé por qué, porque no hay manera.

—Si la hay. Si priorizamos la vida de Halley por encima de la vida de ese cachorro...

Se quedó callado, viendo a Jungkook que bufó segundos después.

—¿Crees que Halley va a renunciar al cachorro que tanto le costó concebir? Permíteme reír.

—Es su decisión, si. Pero tal vez cambie de opinión luego de ponerla en contexto, porque si o si tiene un saber todo esto, estamos a tiempo— volvió a tomar su muñeca— debes estar con nosotros en casa.

—Estás contando muy buenos chistes.  Tengo un clan el cuál mantener y estás delirando si crees que me iré con ustedes solo así como si nada— intentó volver a irse, Namjoon lo jaló de la muñeca y luego lo empujó contra el tronco de un árbol, acorralandolo entre su cuerpo y este—Te estás pasando de listo, alfa.

—No estás escuchando, no sé qué hacer. Solo quiero enmendarlo, sé que fue mucho tiempo perdido que no va a recuperarse e incluso cuando he estado gran parte de mi vida teniendo a Seokjin, un alfa, como pareja... todavía no sé del todo como tratar a uno— tragó saliva, estaba nervioso y todo su ser se sentía tan culpable— soy torpe y distraído, no soy bueno en esto, él sí, Yangtae también es mucho mejor para consolar, yo no— la respiración de ambos chocaba entre sí por la cercanía— pero lo intento, quiero mejorar en ello porque sé que el daño que te hicimos es enorme, por eso, te repito que estamos a tiempo de solucionar al menos una parte de todo este embrollo, solo debemos sentarnos los cuatro y hablarlo con Halley, la decisión que ella tome será respetada.

—¿Y qué hay de mi decisión? ¿Qué pasa si yo decido que no quiero estar con ustedes de ninguna manera existente?

El silencio volvió, pasaron dos minutos de esa manera hasta que el mayor decidió asentir.

—También lo respetaré y aceptaré. Los tres lo haremos, actuaremos según tus deseos porque es lo menos que podemos hacer, te lo debemos.

—Bien.

Jungkook respiró hondo, dejó caer un poco esa barrera tosca que le permitía que nadie viese la sensibilidad que escondía en sus ojos, pero Namjoon lo notó cuando se quedó viendo en estos, sintiendo algo muy parecido a lo que sintió hace años cuando vio a Yangtae por primera vez.

Sintió química natural.

En ese instante, Namjoon era la luna y Jungkook las estrellas, sería toda una fiesta si con ellos estuvieran su otra parte y el sol.

Su cabeza cayó en un hombro de Jungkook, el menor se tensó y tembló cuando la nariz del mayor se paseó por la curva que daba inicio a su cuello, justo donde todo su aroma se concentraba con mayor intensidad. Permaneció quiero.

—Hueles a tabaco y hierbabuena— dijo, la punta de su nariz seguía frotándose en el lugar— me gusta.

Jungkook era fuerte, podía apartarlo de un empujón, pero estaba paralizado en ese momento con la tentación de disfrutar de igual manera el aroma del alfa más alto. Se contuvo apretando sus puños.

—Aléjate.

—No...— subió hasta su oído y allí murmuró— sé que no estás acostumbrado a tener un alfa así de cerca, pero con el tiempo lo sentirás como algo muy normal... eres mío en este momento y cuando lleguemos a casa... haremos que quieras quedarte con nosotros.

Quedarse donde pertenecía.