MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

➤05

—Jimin.

—No me hables, gracias.

El mayor suspiró, viéndolo irse a la que sería su habitación esa noche, todos se quedarían en casa de la familia lunar.

Lo siguió y entró antes de que le cerrase la puerta en la cara.

—Jimin.

—Te vas o te saco.

—¿Crees que puedes?

—¿Crees que no? Tengo muchas razones para sacarte de esta habitación, no quiero verle la cara al alfa que me arruinó la vida, espero lo entiendas.

—¿Te arruiné la vida? Vaya, solo aparecí en ella.

Asintió.

—Exacto, eso hiciste.

—¿Entonces? ¿El que no podamos estar con nadie más porque pensamos en el otro es arruinarnos la vida?— se acercó, inclinándose un poco— Que curioso, cuando estás conmigo, tu aroma se endulza.

—No te sientas especial, por favor. Qué no nos vemos hace años.

—Nos veríamos todos los días si hubieras aceptado venir conmigo— no le respondió, fue directo a la cama—Entonces no vamos a hablar.

—No, apaga la luz cuando salgas.

—O la apago aquí adentro.

—No-

La apagó, sumiendolos en absoluta penumbra pues esa habitación no tenía ventanas que permitieran el paso de luz de luna. Maldijo cuando sintió el peso de otro cuerpo a su lado en la cama.

—Duerme bien.

Se rindió, alejándose y tomando el otro lados de la cama, pero no podía pegar el ojo a sabiendas de que  Yoongi estaba ahí a su alcance oliendo a alfa deseoso de tocarlo.

—Lo que dijiste en la mesa.

—Es cierto, me divorcié. También hablaba en serio cuando dije que todas quedaron en buenas manos de grandes alfas.

—¿Y vas a decir que en todos estos años no has encontrado a tu destino?

—Sabemos que eres tú.

—Ay, eres tan chistoso— se rió— yo no puedo ser tu destino, estúpido, tiene que ser una omega femenina muy fértil. Yo no soy fértil y tampoco omega.

—Yo no hablo de quién tiene que serlo sino de quién yo quiero que sea.

—Ah, ahora eres rebelde.

—Tengo sueño, descansa.

Yahír se mostró demasiado contento viendo a Hoseok llegar a su casa de la mano de Yangtae, le abrazó apenas entró.

—¿Los demás?

—Durmiendo con sus omegas, fue un día lleno de cosas por hacer, de hecho, llegué hace menos de media hora.

No había sido sencillo aceptar la realidad; la de quién creían era su padre siendo un traidor.

También había sido cuestión de tiempo aceptar a Hoseok, no difícil, pero sí tardío, pues no estaban acostumbrados a él, menos a la idea de ellos siendo alfas solares.

Pero, Hoseok había sido el hombre más comprensivo y dulce con cada uno de ellos, un caballero entregado y dispuesto a darle su tiempo a la familia. Yahír lo adoraba.

—¿Y mis sobrinos?

—No los traje esta vez, tampoco pude traer a Erin y Dani. No están muy contentas dejando la casa por el momento y creo que siguen obligando a los chicos a aprender a cocinar— Yahír rió, lo sabía — pero querían venir, será para la próxima o cuando quieran ir a vernos...

—Mañana mismo.

—¿Sí? Porque tengo que avisar en casa.

—Que sí, hombre, vámonos ambos mañana.

Yangtae se había metido a la cocina solo a revisar que tuvieran todo, Yahír se cruzó de brazos con Hoseok viéndola.

—¿No puedo revisar la cocina?

—Hay dos omegas en esta casa que hacen eso— las chicas de los hermanos menores— pero entiendo tu preocupación porque comamos bien.

—Pues, perdóname por no confiar en ellas— fue honesta— ¿Yeno?

—Sigue intentándolo.

—Ojalá lo logre algún día — abrirle los ojos a Yohan y Yinn.

—¿Tan malas son?

—En el sentido de que no mueven un músculo, si, son malas. No tanto por si cocinan o hacen tareas del hogar, eso es irrelevante, la cosa es...

—Son parásitos, eso pasa.

Yahír tuvo que darle la razón.