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La omega solar se fue hasta el jardín trasero, Jungkook estaba ahí sentado esperando quien sabe qué, pero su concentración en las hojas cayendo del árbol era impecable. Caminó hasta él, llamó su atención.

—Hey— saludó— lamento interrumpir tu momento de paz.

—No pasa nada, solo estaba aburrido.

—Nam y Jin se han ido con los demás a comer. Cómo supe que no quisiste ir... pensé en que podíamos pasar el rato hablando.

—Podemos. Siempre y cuando no sea sobre lo mismo, podemos.

Él podía ver lo mal que la estaba pasando por todo, pero no podía hacer nada para que dejase de preocuparse. Tomó su mano y la acercó, logrando hacerla sentarse en sus piernas y mirarle de frente. Jamás pensó que la tendría tan, tan cerca.

—¿Cómo te sentiste estando con nosotros?

—Bien. Demasiado bien, de hecho.

Aquella necesidad nueva y consciente de estar encima suyo era abrumadora, cedió un poco a ella. Yangtae lo besó, arrasó al tomar su boca y se negó a soltarlo, esa sensación era familiar, la había experimentado hacía años.

Se sentó en el punto perfecto, dónde ambas intimidades podían rozarse y comenzó a moverse, necesitada, deseosa de darle todo lo que cada día le daba a Namjoon y Seokjin, aquello que también le pertenecía a Jungkook. Pero no podía ir tan acelerada como quería, sabía que podía lastimar al cachorro en su vientre.

—Por favor, quédate.

—Yangtae... no.

—Voy a ser egoísta y voy a pedirte que te quedes— volvió a besarle, acarició su pecho, su cuello y no dejó de moverse— por favor.

—Te prometo... te prometo que lo estoy pensando— desabrochó el botón de sus jeans y suspiró— continuemos, pero más lento.

Negó.

—No soy de cristal, Jungkook. Puedo tomarte entero y al ritmo que quieras.

Jadeó en su boca, levantó su vestido e hizo a un lado su ropa interior.

—El ritmo que quiero es uno lento. Piensa en tu cachorro.

Levantó la cadera y obedeció, fue lento, se dejó penetrar al ritmo lento que tanto insistía en mantener y viendo a su rostro jadeante, recordó que tenía esa misma expresión la noche anterior cuando Seokjin lo tomaba y le pedía a ella que bajase a atenderlo con su boca. Ella supo que Jungkook amó aquello, pero en esa ocasión lo dejaría saber cómo se sentía estar en su interior.

—Q-Quédate.

Negó, tenía que ir con Halley, ver que nada le faltase. Lo menos que podía hacer por ella era cuidarla luego de lo ocurrido.

—Desde que te ví...—aumentó un poco el ritmo, Yangtae se aferró a sus hombros y a mirarlo— te deseé, te quise. Pero traté de convencerme de que te odiaba por ser omega e intenté  creer que mi gusto por Namjoon y Seokjin era solo porque comprartíamos raza. Alfas siempre se entienden... ah. Pero siempre fue algo más.

—No te despidas— sus piernas temblaron, ella entera tembló— suena a que haces eso.

—No lo hago.

—Lo haces... Jungkook, ah, sí...

Volvió a negar.

— Solo te digo como me sentí y me siento ahora— sonrió, encargandose a partir de ahí porque sabía que faltaba poco, ambos estaban sensibles a morir— y ahora que lo pienso, agradezco cada sentimiento, incluso los negativos... porque ahora que es algo claro y que mi lobo los ama... me siento menos confundido y culpable.

Llegaron al clímax juntos, Yangtae gritó liberandose y ambos esperaron a calmarse un poco.

Entonces preguntó.

—¿Pero?— respiró profundo— Siempre hay un pero.

—Y este caso no es la excepción— sonrió dulce— pero, necesito tiempo, mucho tiempo. Tiempo que yo sé, estarán dispuestos a respetar y esperar.

Sonaba a un fin inevitable, Yangtae sintió miedo.

Sonaba a un fin inevitable, Yangtae sintió miedo

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Sigue el EPÍLOGO.

MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora