MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

Extra

Para que no me lancen botellas

Ocho meses

—¿Cómo sigues?

Halley observó a Jungkook con una mueca seguida de una sonrisa suave.

—Estoy bien, no tan enojada como al principio— él asintió, contento por eso— ¿Tú piensas abrir los ojos algún día o sigues resentido?

Rió un poco, no sabía que responder. Halley había aceptado las visitas de Jungkook con la única intención de visitarla, saber cómo seguía, preguntar por ese alfa que conoció.

Había decidido vivir en un clan pequeño en el campo, muy alejado del resto y de hecho, esa fue la mejor decisión que pudo tomar, ahora sentía tanta paz, que no lo cambiaría por nada.

—Creo que fue un error— dijo él — descubrir que hacía parte de ese romance, fue un error. Yo estaba sobreviviendo perfectamente en la ignorancia.

—Mentira. No eras feliz en absoluto, todos los días tenías la misma cara larga y triste, cuando llegaste a contarme todo... brillabas un poco más, como si te hubiesen dado la dosis de amor que necesitabas.

Recordó las caricias duras de Seokjin, los besos enigmáticos de Namjoon y la dulzura intensa de Yangtae. Ah, recordaba y soñaba siempre con esas tres miradas.

—No importa. Era muy tarde y aunque no sentí que fuese apartado en absoluto... son ellos tres, no quiero meterme en esa relación, siento que no debo hacerlo.

—¿Incluso si ellos te lo piden con insistencia? Jungkook, es cuestión de tiempo para acostumbrarse, no creo que quieras estar solo toda tu vida— pues, no, no quería, pero...— los cachorros de Yangtae ya debieron haber nacido hace varios meses. Tal vez deberías y a ver esos cachorros.

—¿Sigues creyendo que uno de ellos puede ser mío? Los tiempos no concuerdan.

—Es una omega solar muy fértil, si puede suceder, no creas que es imposible— lo pellizcó— solo piénsalo.

—¿Quien es un alfa miniatura hermoso?— Namjoon rodó los ojos, ahí estaba Seokjin otra vez hablándole a los cachorros con esa voz melosa— Tú lo eres, y serías todavía más hermoso si dejaras dormir a tu mamá.

Kang-Dae y Jung-Su se habían llevado a la bebé omega de paseo junto a Eunyeong y Kai, al cachorro no le gustaba mucho salir.

Yangtae abrazaba a Namjoon y luego a Seokjin cuando este se sentó a su lado cargando al menor.

—Pobre Gguk. Su cara lo dice todo, no te tolera.

—Me gusta mucho ver su carita malhumorada— besó su cabeza— me recuerda a Jungkook.

Casi no hablaban del alfa, porque si lo hacían, la melancolía se movería en el ambiente y justo la puerta principal se abre, la figura del acabado de mencionar se hizo presente, no lo sintieron venir.

—Hey— señaló la puerta— estaba abierto.

Los tres se quedaron estáticos en sus asientos, viéndolo entrar como si nada y acercándose a Seokjin para levantar al cachorro en sus brazos, suspiró.

—Jeon Jungkook.

—Si, hola— veía al bebé— oculté mi aroma y presencia, por eso no me sintieron llegar, todavía no es de noche, igualmente.

Se sentó, el cachorro parecía tener una conversación basada en gritos eufóricos con Jungkook, que solo le sonreía a medias y reía a veces con lo enérgico que era.

—¿Sabes cuánto tiempo ha pasado?

—Mm, meses.

—Casi un año— le dijo Seokjin.

Jungkook se encogió de hombros.

—Yo esperé casi veinte, sobrevivirás.

Yangtae quiso reírse, pero se contuvo, la cara que pusieron ambos alfas era digna de enmarcar. El alfa menor no dijo nada más, había logrado calmar a Gguk y ahora este dormía en sus manos.

Entonces les miró y Namjoon habló.

—No quieres discutir más lo mismo, eh.

Sonrió, asintiendo. No quería hablar.

Entonces Yangtae se levantó y le sonrió.

—Hice la cena ¿Vas a quedarte?— asintió— los chicos llegarán pronto con Hannah, la cachorra.

—¿Nacieron en la misma fecha o...?

—No, Gguk nació unas semanas más tarde— Seokjin suspiró— fueron partos interesantes.

—Ven, te enseñaré la habitación de los cachorros y volvemos para cenar y poner la mesa.

Eso era lo que hacía a Jungkook sentirse cómodo y en una zona segura, no quería hablar sobre su tiempo alejado, solo quería continuar como si siempre hubiese estado ahí, en una cotidianidad cómoda.

Ya habría tiempo y ganas para conversar, ahora solo quería disfrutar de una rutina. Esa era su decisión.

Tiempo al tiempo.

Ya pueden respirar tranquilidad.