MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

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En cuestión de horas, el palacio en el que Hoseok vivía, se llenó de omegas.

Yoongi había presentado una a una a sus esposas, Yangtae solo recordó los nombres de algunas y de los adolescentes que tenía por hijos, los cuales estaban muy entretenidos escuchando a Jimin, Yoongi les dijo que el menor era un alfa muy habilidoso y que los ayudaría a entrenar si lo deseaban.

Y Jimin lo miró muy mal, como diciéndole que él en ningún momento dijo tal cosa. No le quedó otra más que acceder porque ya había ilusionado a los jóvenes, así que Jimin estaba en medio de los Min, tratando de seguirle la corriente a todas las omegas de ese alfa que sonreía con obvia malicia.

Las dos esposas de Taehyung casi parecían gemelas, solo pequeños rasgos las diferenciaban, pues se vestían igual, se peinaban igual y de más.

Jungkook apenas había despertado, con un humor mejorado, pero no tanto, vio el número de omegas en la mesa y parecía querer volver a la habitación para no salir más, pero tenía hambre y Yangtae le sirvió primero para obligarlo a quedarse.

—Resulta que a Jungkook no le gustan las omegas— susurró Namjoon a su oído, Yangtae se impresionó, mirándolo— tiene un sentido del olfato muy sensible y los aromas dulces lo marean y molestan.

—¿Quién te dijo eso?

—Nuestro Seokjin se puso de chismoso con Taehyung y este se lo confesó— blanqueó los ojos, pellizcando a su alfa que estaba en medio de ambos—se supone que los lobos astrales existimos para traer una descendencia más fuerte al mundo, pero, Jungkook sigue rogando que no lleguen omegas a su vida.

—Pero eso es inevitable.

—Lo es. Tiene que traer alfas al mundo.

—Dejen de chismear en mi estómago—pidió el mayor, separando sus cabezas— quiero comer.

Dejó un beso en el ceño fruncido de Namjoon para evitar que se enoje y se dedicó a su cena, disfrutando del espectáculo que era ver a Jimin siendo consumido por los Min.

Alguien contó algo que le hizo mucha gracia a Hoseok y a Yangtae, terminaron riendo para darse cuenta de que sus risas eran idénticas en tono, lo cuál los hizo reír más.

Jimin se levantó de su lugar cuando uno de los guardias solicitó su presencia en portería, aprovechó para escapar y una vez se fue, Yoongi preguntó:

—¿Qué les parece?

—Es lindo, me agrada. Puede ser él— respondió la omega a su derecha— a todas nos agrada.

—¿Puede ser qué?— cuestionó Hoseok.

—Mi amor número diez— Seokjin casi se ahoga con su comida— bueno, nuestro amor.

—¿Vas por la vida buscando parejas? Esa casa debe ser interesante.

—Tengo un corazón muy grande, lo veo, me gusta, me lo llevo.

Jungkook bufó, riendo en un tono bajo que Yoongi alcanzó a escuchar.

—¿Qué?

—Nada.

—Habla.

Suspiró.

—Solo me preguntaba cuánta descendencia debes dejar en el mundo para tener esa cantidad de parejas— se encogió, despreocupado—no digo que sea algo malo, solo me causó curiosidad.

—Puedo responder a eso— sonrió— solo uno.

La mesa permaneció en silencio durante breves minutos.

—¿Uno?— Taehyung repitió— ¿Sólo tienes que tener un heredero?

—Si, pero no cualquier heredero— apoyó su cabeza en su mano— debe ser un alfa fuerte y dado a luz por una omega que sea mi destino.

Namjoon no entendía.

—Tienes nueve destinos.

—No— negó— yo dije que tenía nueve esposas— las observó, sonriendo— y las amo, a cada una, pero jamás dije que eran mi destino.

Seokjin no había parado de impresionarse desde que llegó al clan de Hoseok, cada día ocurría algo nuevo pero definitivamente, esa confesión superaba a todos los acontecimientos anteriores.