"El pasado, siempre vuelve"
Camille.
¿Estoy muerta?
¿Es este mi destino?
Pensar que solté la mano de mi hermana hace algunas horas. Muevo mi mano, está fría. Intento moverla con cuidado, no funciona. Una ola helada choca contra mi cuerpo, solo tras el impacto de la gélida agua logro escuchar de nuevo.
— ¿No se despierta? Prueba a hecharle otro. Reyan la quería viva pero quiere volver a follársela, acuérdate de no matarla.
Mi pecho se llena con cientos de pesados recuerdos que preferiría olvidar, la única en quien pensaba mientras era forzada a acostarme con ese asqueroso hombre era a Ámber, y se las he entregado en bandeja de plata. Siento una lágrima caliente resvalar por mi mejilla. En pocos segundos otra fría ráfaga choca contra mi cuerpo. Si tuviera la fuerza suficiente para gritar, lo haría, pero apenas puedo mover los dedos de las manos sin sentir un dolor punzante en todo el cuerpo.
¿Estoy herida?
No.
Pero preferiría estarlo antes de que ese asqueroso ser me tocara de nuevo. Los besos de Beau se sienten lejanos, casi inalcanzables. Quiero gritar su nombre, quisiera haber seguido aquella noche. Si le hubiera permitido hacerme suya no estaría tan aterrada ahora. Sus caricias podrían haber borrado las sucias huellas que Ronan dejó en mí.
No quiero esto.
Intento no llorar pero las lágrimas solo siguen luchando por salir. Todo mi cuerpo arde en agonía y es entonces que entiendo que estoy drogada. Han hecho algo conmigo.
¿Y si ya me ha utilizado? Probablemente ya haya usado mi cuerpo a su antojo...
Eso no es importante ahora.
Beau es mi única esperanza.
Necesito que Beau se comunique con Ángel. Necesito que salven a Amber, lo que me pase a mí no importa pero si llegan a hacerle lo mismo a mi hermana.
¿Como podría cargar con esa culpa? Sería incapaz.
La voz de Ámber gritando mi nombre, sigue clavado en mi pecho, atormentándome.
— Suficiente — ruge Ronan.
Siento su precencia demasiado cerca. Intento no temblar porque no quiero que sepa que estoy despierta.
— Dejád a la puta, tenemos que interrogar a los demás. Si el Ángel da media vuelta nuestro plan se va a la mierda. Vamos. Deprisa.
Por solo unos segundos me siento aliviada, escucho el sonido de un metal cerrándose una vez se alejan algunos pasos. Es fácil adivinar que estoy dentro de una celda. Encerrada de nuevo a merced de ellos.
Siento una dureza detrás de mi espalda. Debo estar apoyada en alguna pared. he sido arrastrada hasta aquí porque noto algunaz rozaduras en mi espalda. Con cuidado, empiezo a abrir los ojos. Está oscuro a mi alrededor. Poco a poco mis ojos se acostumbran a la penumbra de esta celda. El olor a sangre inunda mis fosas nasales. No muy lejos de mí puedo ver a uno de mis compañeros decapitados. Su cabeza está completamente separada de su cuerpo. Muerdo mi lengua para evitar gritar e intento mantener la calma.
Una vez giro la cabeza logro ver a tres chicas abrazadas. Están encerradas en otra celda frente a la mía. Todas ellas tiemblan y lloran. Los únicos que nos quedamos atrás eramos aquellos incapaces de luchar y un pequeño equipo de soporte que no habrá podido hacer nada por defendernosfrente a la cantidad considerable a la que se han de haber enfrentado.
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Sumisa ©
RomanceLibro 1 Sumisa: Seduciendo al dragón rojo. #SAGAMENTIRAS Alex Deberaux había logrado tener un nombre en el bajo mundo junto al poder que siempre había ansiado. El dragón rojo era sin duda el sueño de muchas mujeres, y también su perdición. El apodo...