16| Mentiras.

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"Jugar con fuego y llorar al quemarte"

"Jugar con fuego y llorar al quemarte"

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Ángel.

— Señorita, señorita — una voz susurra en mi oreja.

Abro los ojos para ver a una mujer mayor frente a mí. No forma parte del servicio, así que jamás la había visto.

— ¿Quién eres? — demando.

— Soy su nueva sirvienta, señorita.

Mis ojos se abren.

— ¿Y Bjorn?

Ella niega — el señor Alex decidió que usted necesitaba alguien más apropiado.

Ruedo los ojos y aparto la sábana para darme cuenta de que mis mejillas están rojas al ver que llevo un pijama.

— ¿Usted me vistió?

La mujer niega — ese degenerado — maldigo.

— Señorita, el señor Alex está esperándola en su despacho.

— Pues dile que se joda — gruño.

La mujer abre sus ojos como dos enormes platos de sopa — señorita, no debería decir esas cosas.

— No iré — gruño.

— Dijo que si no iba, mataría a Bjorn.

Abro la boca — eso es chantaje.

— Si, eso dijo el también.

A regañadientes salgo de la cama y voy hasta su despacho con los pies descalzos y la sirvienta detrás de mí con mis zapatillas en las manos, ni siquiera toco la puerta, solo entro y él me observa con una expresión poco amigable en su cara.

— Qué quieres — exijo.

Alex resopla y niega con la cabeza. Como si estuviera cansado de mí. Frunzo los labios y arqueo mis cejas.

— Primero, ven aquí.

— No — murmuro.

Alex sonríe y pone en alto una bolsa de papel — ¿Quieres croisants? Son de chocolate.

Mi estómago me suplica ir por ellos, pero es una trampa.

— Bueno... — me veo diciendo cuando camino hacia él.

Tonta. Es una trampa.

Alex toma mi muñeca y me sienta en su regazo, mis pies cuelgan y los balanceo. Odia que vaya descalza por casa.

— Dame las zapatillas, Mara.

La mujer se apresura y se las entrega. Alex me coloca las suaves y mullidas zapatillas y me da los croissants. Mientras me dedico a comer él saca a la sirvienta y se pone a hacer cosas en el ordenador. Una vez ya no tengo comida, lo miro a los ojos.

Sumisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora