— ¿Cómo está mi paciente preferida? — pregunta Ava cuando entra a la habitación.
Alexei está sentado en la cama, junto a mí.
— ¡Hola, Ava! — digo sonriente.
— Hola — dice Alexei.
— Siento interrumpir vuestro romántico momento pero tengo que hablar con mi mejor amiga que hace mucho que no hablo con ella, a solas.
— ¿Celosa? — Alexei arquea una ceja y se levanta de la cama.
— Ya te gustaría. — Ava le da un pequeño golpe en el hombro y yo no puedo evitar reír ante ello. Alexei sale de la habitación.
— ¿Cómo estás? Desde que has entrado aquí Alexei no se separa de ti.
— Sí... Ya sabes, es muy protector.
— Demasiado, diría yo. — Ambas reímos.
— ¿Cómo van las clases? Los exámenes están cerca.
— No me lo recuerdes... Ir a la biblioteca sin ti no es lo mismo.
— Oh... Si me echas de menos y todo. — Ava me abraza, pero siento una punzada en mi pecho y me separo de ella con una mueca de dolor.
— Perdona, aún no me acostumbro — dice Ava a modo de disculpa.
— No te preocupes... Yo tampoco... — Agacho la cabeza y comienzo a jugar con mis dedos.
— ¿Cómo te sientes después de eso? Emocionalmente, digo.
— No sabría decirte... Es decir, es extraño... Me siento agotada pero a la vez con miedo de que alguien aparezca por esa puerta y decida acabar conmigo... — Una pequeña lágrima se desliza por mi rostro.
— Tranquila, nena... — Ava limpia aquella lágrima y me abraza con el mayor cuidado posible. — Tu padre, Alexei y yo estamos aquí. Nadie se va a atrever a hacerte daño...
— Gracias... — Suspiro. — ¿Cómo llevas los exámenes?
— ¡Bien! La verdad que mejor de lo que pensaba... ¿Has hablado con los profesores?
— Sí, me han dicho que puedo hacerlos online. Dentro de tres semanas.
— Eso genial, nena. ¿Vas a copiar? Puedo ayudarte.
— Sabes que no sé copiar, soy muy expresiva. — Ambas reímos.
— Eso es cierto, tu rostro es muy expresivo.
— Además, me pongo muy nerviosa. Empiezo a sudar y a mirar para todos lados.
— Hija, ni que hubieras cometido un crimen.
— Técnicamente es un crimen.
— ¡Venga ya! Déjate de tonterías.
— Es verdad...
Alguien toca la puerta y aparece la doctora junto con Alexei.
— ¿Cómo estás Atenea? ¿Los analgésicos funcionan bien?
— Hola, doctora. — La mujer de cabello largo y castaño con pequeñas ondulaciones, alta y con una bata blanca me sonríe mientras hojea lo que supongo que es mi informe. — La verdad es que sí, apenas siento dolor. Solo cuando me muevo demasiado.
— Es normal. Solo han pasado unas semanas... La semana que viene te daremos el alta si todo sigue tan bien como ahora.
— Perfecto.
— Descansa, Atenea. — La doctora se marcha y Alexei se queda con nosotras. Se sienta en el sofá negro que hay al lado de la ventana, junto a una planta que rozaba el, borde de la ventana. Comienza a mirar su teléfono y a teclear en él mientras Ava y yo continuamos hablando.
— Chicas, se hace tarde. Atenea debe descansar — dice Alexei con los brazos cruzados
— ¿Desde cuándo actúas como mi padre? — Arqueo una ceja y también me cruzo de brazos.
— No actúo como tu padre. Es tarde y tienes que descansar, lo ha dicho la doctora. — Se levanta del sofá negro.
— Está bien, papá. — Pongo los ojos en blanco y miro a Ava. — Nos vemos, Ava. Ten cuidado al llegar a casa.
— Tranquila, viene Pietro a recogerme.
— Te quiero, Ava.
— Y yo, nena. — Ava sale por la puerta y Alexei se sienta en la cama, para comenzar a acariciar mis piernas cubiertas por las sábanas blancas.
— Deja de actuar como mi padre — le digo.
— Sólo intento protegerte.
— Pues pareces mi padre...
— No me digas eso... Es desagradable.
— Veo que tú también lo adoras.
— Cómo no iba a hacerlo...
— Vaya par de neandertales tengo por padre y novio.
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Un cap un poco corto hoy.
Mañana intentaré actualizar pero no prometo nada.
Disfrutad del cap.
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Soy tuya - LR - (+18)
Romance~ 2° parte ~ Cuando alguien cruza la línea del rey de la Bratva, conoce de primera mano el mismo Infierno. La vida de Atenea ha sido puesta en riesgo, algo imperdonable para Alexei. La caza comienza... Pero no todo es tan fácil como parece. ¿Amor...