Capítulo 51: Llévame contigo.

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En este capítulo se mencionan escenas de violencia y situaciones fuertes. Si eres sensible a este tipo de contenido te recomiendo que no lo leas, si lo haces es bajo tu propia responsabilidad.

Disfrutad de la lectura.

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[Narra Alexei]

No he sido capaz de dormir poco más de dos horas en toda la noche. En mi cabeza no paraba de repetirse la imagen de Atenea herida... Me imaginaba una y otra vez si ella no hubiese resistido... Si León hubiera... Ni siquiera puedo imaginarlo.

Mi ojos se abren con demasiada pesadez, tardo unos segundos en mantener los ojos abiertos pero en cuanto la idea de que hoy León va a empezar a pagar por todo lo que ha hecho... Me da la energía que necesito.

Giro mi cabeza hacia la izquierda para ver a Atenea durmiendo. Los cálidos rayos de sol hacen brillar su suave piel.

Es tan preciosa...

Observo las heridas de su rostro y mi corazón se encoge lleno de angustia. Mis ojos apenados viajan hasta su vientre donde se encuentra creciendo nuestro hijo...

Lo ha protegido por delante de su vida...

Amo a Atenea con toda mi alma y pensar que ha arriesgado su vida para proteger a nuestro hijo y a Ava...

Es la mujer de mi vida, no tengo ninguna duda...

Me siento tan afortunado de compartir todo lo que he compartido con Atenea... Y lo que compartiremos en el futuro...

Vamos a tener un bebé...

Cada vez que lo pienso siento que no es real y que todo es un sueño. Vamos a formar una familia juntos... Nuestro hijo o hija será tan amado. No pienso dejar que les falte de nada...

Me pierdo en mis pensamientos durante unos minutos, hasta que consigo reaccionar. me levanto de la cama y camino hacia el vestidor haciendo el menor ruido posible para no despertar a Atenea.

En el vestidor, selecciono una camiseta básica negra de manga corta y unos vaqueros del mismo color. Hubiera optado por un traje como siempre suelo hacer, pero no pienso dejar que la asquerosa sangre de León manche ninguno de mis trajes.

Cuando salgo del vestidor me encuentro a Atenea sentada en la cama con una expresión adormilada.

— ¿A dónde vas tan temprano?. Es domingo... — Dice ella mientras se frota los ojos con el dorso de sus manos. Me acerco a ella con una pequeña sonrisa y me siento a su lado en la cama.

— Tengo que ir con Pietro a revisar la casa del bosque. Tengo que mirar qué es lo que se ha roto para que lo arreglen, aunque seguramente reforme toda la casa y la venda... Ha perdido el sentido tenerla después de lo que ha pasado. — Le miento a Atenea. Me molesta hacerlo, pero prefiero que no sepa cuál es mi verdadero destino. No he pensado en una mentira más elaborada ya que mi plan inicial era marcharme antes de que Atenea se levantase. Técnicamente no la he mentido ya que lo que le he dicho lo tengo pensado hacer, aunque no hoy mismo. 

En realidad le he dicho una media - verdad.

Ella entrecierra los ojos y me dedica una mirada escrutadora.

— ¿En serio piensas que me voy a creer eso?. — Se cruza de brazos. — Puede que haya cosas de las que no me enteré o no sepa, pero créeme cuando te digo que lo que me acabas de contar es una mentira, o al menos parte de lo qué has dicho.

Esta mujer parece que me lee la mente...

— Prefiero que no sepas a dónde voy ahora ni lo que voy a hacer... — Le digo con la esperanza de que no haga más preguntas o al menos acepte lo que le digo.

Soy tuya - LR - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora