Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 46: Sedán negro.

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Disfruten de la lectura.

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Sábado, 19:00 p.m.

Ha pasado una semana. Una semana durante la cual cada día me levantaba pensando si lo que estaba pasando ocurría de verdad o si solo era un sueño, pero cada vez que intentaba hacer algo por mi cuenta como agacharme a recoger un papel o algo por el estilo, Alexei venía corriendo hacia mí y lo recogía él como si su vida fuese en ello para luego regañarme y decirme que no puedo hacer ese tipo de cosas durante el embarazo ya que no debo hacer esfuerzos ni estresarme.

Desde que la doctora Willow nos dio varias indicaciones respecto al tipo de actividades que puedo hacer y a los alimentos que puedo comer, Alexei se ha convertido en un "grano en el culo" controlador.

Si esto es lo que me espera durante los próximos ocho meses... Creo que me arrepentiré de mi decisión. Que va. Nunca me arrepentiría... Aunque aguantar a Alexei mientras no me deja casi levantarme de la cama o el sofá, ducharme sola, cocinar, conducir... ¡Sólo pido un poco de paz!

Si antes no me dejaba sola... Ahora aún menos. Tengo a Arthur pegado a mí gracias a Alexei, quien le dice que me lleve y traiga de absolutamente todos los sitios y que controle cada cosa que hago por si me hago daño o tengo cualquier problema...

Entiendo su preocupación, pero creo que soy lo suficientemente mayor como para saber lo que puedo hacer o no si me lo ha dicho la doctora.

En fin...

Hace unos pocos días le conté a Ava la noticia. Sus gritos desenfrenados al otro lado del teléfono me hacen intuir que se lo tomó bien... De hecho, ya se autoproclama como la "tía guay" que la comprará todo tipo de cosas, la llevará a fiestas... Sinceramente, no sé quién me da más miedo: si Alexei o Ava. A este paso van a criar un pequeño demonio de Tasmania.

Menos mal que le conté a Ava sobre el embarazo y sobre la excesiva preocupación de Alexei por mi situación, ya que ayer, ella y yo estuvimos ideando un pequeño plan para poder ser libre durante unas horas.

Se supone que Ava debería estar al llegar... El plan es irnos a cenar por algún lugar del centro sin tener que preocuparnos por Alexei o Arthur...

Uno de los timbres suena, indicándome que Ava se encuentra en la entrada para acceder con el coche. Me levanto del sofá con cuidado de que Alexei no oiga mis pasos y venga como un poseso para que me vuelva a sentar en el sofá.

Cuando presiono uno de los botones para que Ava pueda entrar, me acerco a la puerta para abrirla esperar que entre, cosa que ocurre en cuestión de un minuto o dos.

Oigo los pasos de Alexei bajando las escaleras. Mientras tanto, Ava y Pietro entran por la puerta.

— ¡Hola, chicos! — saludo sonriente.

— ¡Corazón! — exclama Ava mientras me abraza como si hubiesen pasado años desde la última vez que nos vimos.

— Hola, Atenea — saludo Pietro con una pequeña sonrisa mientras Ava me espachurra entre sus brazos.

— ¡Atenea! — La voz de Alexei me hace agradecer que Ava y Pietro estuviesen aquí. — ¿Qué haces que no estás descansando? Te recuerdo que la doctora Willow ha dicho que es muy importante el descanso. — Se fija en la presencia de Pietro y Ava. — Qué...

— Madre de Dios... — Susurro mientras me separo de Ava. — No llevo ni cinco minutos de pie, Alexei. No me va a pasar nada por mover las piernas.

— Ahora entiendo por qué estabas tan desesperada por huir... — Me susurra Ava al oído.