Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 57: Lyubov.

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Tened en cuenta que no todo lo ocurre, se describe, etc; es exacto a la realidad. Ciertas circunstancias no son exactas ya que sino resulta más difícil ser narradas.

Disfrutad de la lectura.

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(Siete meses después).

Sábado diecisiete de febrero de 2024. - 09:52 horas

Nadie me había advertido antes de lo agotador, estresante y complicado que es organizar una boda... En la mayoría de películas y series de televisión te muestran esos momentos como si el estrés y la angustia que genera organizar toda esa gran cantidad de detalles fueran un simple capricho... Como: "Oh, tengo que organizar una boda para doscientos invitados... Pero no pasa nada. El guionista de esta serie me lo va resolver al final del capítulo, así que voy a estresarme porque sin drama no hay trama."

Y yo, aseguro, prometo y juro que eso no se parece ni una sola pizca a la realidad. Alexei y yo decidimos empezar a organizar y preparar todo el asunto de la boda en agosto, ilusos de nosotros que pensábamos que tendríamos todo organizado en un mes o dos... Pero no, ni mucho menos ha sido así. Por esa misma razón, hemos decidido posponer la fecha de la boda para más adelante... Cuando nuestra criatura nazca.

— ¡POR LO QUE MÁS QUIERAS, ALEXEI! ACELERA, JODER! ESTO DUELE!

Oh! Un momento... Sí. Se me olvidaba... Eso está pasando ahora mismo... Alexei y yo de camino al hospital porque hace unos minutos el universo ha decidido que yo me tengo que poner de parto en estos momentos.

🥀 ~ 09:16 horas (Treinta y seis minutos antes). ~ 🥀

Me levanto de la mesa de la cocina cuando termino de desayunar. Recojo el plato de porcelana ahora vacío, y mi taza blanca con un dibujo del rostro de un alienígena verde con ojos ovalados, negros y grandes que está sonriendo burlonamente y sacando el dedo medio. 

Lo dejo en el fregadero y abro el grifo para empezar a fregar, pero los fuertes y tatuados brazos de Alexei me abrazan por detrás, por encima de los hombros. Él apoya su barbilla en mi hombro y deja un pequeño beso en mi mejilla izquierda.

— Siempre me he preguntado por qué mi maravillosa y futura esposa prefiere fregar todo cuando tenemos un lavavajillas aquí mismo... — La voz ronca y grave de Alexei junto con su marcado acento ruso suena como si fuera la provocación personificada. Mis labios se curvan con una sonrisa divertida, junto con una risita silenciosa.

— Te respondería a eso, pero ni yo misma sé la respuesta a eso. — Suelto una carcajada, mientras el agua templada moja mis manos y el jabón cubre algunas zonas de mis dedos. — Soy una combinación genética en peligro de extinción, lyubov... — Bromeo al mismo tiempo que termino de fregar.

— Net, netka. — Las grandes y tatuadas manos de Alexei se mueven hasta mi voluminosa barriga. Coloca sus manos con cuidado, y la calidez de su tacto hace ampliar mi sonrisa. — Ya no está en peligro de extinción... Y dentro de una semana nuestra criatura estará en nuestros brazos. — Dice mientras acaricia mi barriga y me da otro beso en la mejilla.

— Sí, tienes razón. Además, con lo que pesa el bebé voy a acabar con problemas de espalda... — Comento con una pequeña risa pero notando al mismo tiempo el peso de mi barriga que tira de mi espalda. — Parece que voy a dar a luz un puñetero dinosaurio...

— Nuestro bebé no es un dinosaurio, lyubov... — replica Alexei mientras vuelve a dar otro beso en mi mejilla, esta vez con un poco más de fuerza y haciéndome algo de cosquillas, causando que otra risa salga de mi. — ¿Te apetece que nos sentemos afuera con las mantas abrazados o te apetece más un baño caliente con espuma?