Son las cinco de la mañana.
Mis ojos se cierran cada dos por tres a causa del sueño que tengo... Creo que he dormido dos horas por los nervios. Anoche no paraba de levantarme de la cama y dar vueltas por la habitación porque no podía dormirme, hasta que Alexei me lanzó una mirada asesina y me quedé tumbada en la cama... Este hombre tiene muy mal despertar.
Me levanto de la cama, antes de darme cuenta de que Alexei ya no se encuentra en ella. Oigo el sonido del agua cayendo de la ducha, por lo que me cambio de ropa. Opto por unos vaqueros largos blancos con rotos en las rodillas y los muslos, una camiseta de tirantes blanca y una sudadera gris con capucha y letras blancas.
Oigo como la puerta del baño se abre y Alexei se presenta en la habitación con una toalla blanca enrollada en su cadera. Su torso, al igual que su rostro, está todo mojado. Las gotas de agua caen por sus abdominales. Mi vista viaja hasta su cuerpo, apreciando cada detalle de él.
- ¿Te gusta lo que ves? - me pregunta Alexei con una sonrisa burlona.
- Podría ser - respondo mientras termino de acomodarme la sudadera y la camiseta que llevo debajo de ella.
- Deberías quitarte la sudadera, cuando salgas vas a tener calor.
- Pero luego me va a dar pereza ponérmela... - digo haciendo pucheros a la vez que me siento en la cama.
- Tú verás.
- Está bien... - Me quito la sudadera y me quedo con la camiseta de tirantes blanca, la cual queda ajustada a mi cuerpo. Puedo notar como los ojos de Alexei se clavan en mí. Le miro y veo como sus ojos azules están fijos en mis pechos.
- ¿Te gusta lo que ves? - pregunto de la misma manera que él lo ha hecho unos segundos atrás.
- Es una pena que tengamos que irnos... - Comenta acercándose a mí.
- ¿Por qué? - Arqueo una ceja.
- No sabes las maravillas que te haría. - Siento como mis mejillas se ponen rojas a la vez que trago saliva a causa de las excitantes palabras de Alexei.
- Voy a desayunar. - Me levanto de la cama evitando la mirada de Alexei y salgo de la habitación con el rostro completamente rojo.
- ¡Estás roja! - exclama él desde la habitación.
- ¡Idiota! - Abro la nevera y saco una botella de leche para servirla en dos tazas, una blanca y la otra negra. Abro uno de los armarios que hay encima de la vitrocerámica y saco un bote de café en polvo para luego echar dos cucharadas en las tazas con leche.
Preparo unos huevos revueltos con tostadas y los sirvo en dos platos diferentes.
A los pocos minutos, Alexei baja las escaleras, vestido con un impecable traje azul marino y camisa blanca.
- ¿Alguna vez te pones algo que no sea un traje?
- Rara vez. Los trajes son como mi segunda piel.
- Ya veo... Sólo te he visto con chándal y traje.
- También me has visto desnudo.
- Eso no cuenta.
- ¿Por qué no?
- Porque lo digo yo.
🥀🥀🥀
- ¡Buenos días! - exclama Ava cuando entramos Alexei y yo en el jet.
Es la primera vez que veo y monto en un jet privado.
- ¡Hola! - Me apresuro para abrazar a Ava, mientras que Pietro y Alexei se saludan con una mirada y luego asintiendo.
- ¿Quieres champán? - me pregunta Ava a la vez que coge una botella de una mesa y la mueve de un lado a otro.
- Son las siete de la mañana.
- ¿Qué más da? Estamos en un jet privado y nos vamos a Nueva York.
- Y... ¿Qué me quieres decir con eso?
- Que disfrutes un poco, joder.
- Venga, vale... Dame una copa.
- ¡Esa es mi chica!
[Narra Alexei]
- Alexei. - Pietro me llama desde el fondo del avión. Miro a Atenea, quien está hablando con Ava. Me acerco a Pietro.
- Dime.
- ¿Estás seguro que es buena idea la reunión?
- ¿Estás cuestionando mis decisiones? - Cruzo los brazos y arqueo una ceja.
- No, no. Claro que no... Sólo me preocupa que esto pueda perjudicarnos.
- Pietro, amigo mío. - Coloco una de mis manos en sus hombros. - No soy tan estúpido como para arruinar las cosas de esa manera.
- ¿Qué hacemos si las Cinco Familias están ayudando a León?
- Se desatará la guerra... Pero no tiene pinta de que león esté colaborando con ellos, parece que va por su propio camino.
- ¿Entonces? Debemos matarlo.
- De eso no tengo duda. Pero... ¿Y si contamos con el apoyo de Damiano Greco?
- Eso nos daría la oportunidad de pillar a León mucho antes.
- Cierto... Pero...
- ¡Chicos! - exclama Ava. - ¡Venid con nosotras!
- ¡Ya vamos, nena! - responde Pietro. - Hagas lo que hagas... Tienes mi apoyo. - Me da una palmada en la espalda y camina hacia Ava.
Atenea se acerca a mí y acaricia mi rostro con la mano que no sostiene su copa de Champán.
- ¿Estás bien? - pregunta preocupada.
- Sí, todo bien. - Coloco ambas manos en su cintura y pego su cuerpo al mío para luego besar sus labios.
*******
Helouuu.
Después de un largo tiempo aquí estoy de nuevo.
Estos días estoy tardando más en actualizar porque me está costando escribir y que las ideas fluyan. Crisis imaginativa, nada de lo que preocuparse.
En fin.
Disfrutad del cap.
Besooos.
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Soy tuya - LR - (+18)
Romance~ 2° parte ~ Cuando alguien cruza la línea del rey de la Bratva, conoce de primera mano el mismo Infierno. La vida de Atenea ha sido puesta en riesgo, algo imperdonable para Alexei. La caza comienza... Pero no todo es tan fácil como parece. ¿Amor...