Capítulo 6: Cargamento de armas.

40.8K 1.8K 100
                                    

[Narra Alexei]

Atenea se ha ido con Ava, por lo que estoy solo en la mansión por unos momentos, ya que Pietro está por llegar ya que tenemos que ponernos al día con los negocios, al menos yo, e investigar lo sucedido con Atenea. He estado tan pendiente de Atenea que he "abandonado" los negocios.

Alguien toca la puerta del despacho. Miro para ver de quién se trata y me encuentro con la figura de Pietro apoyado en la puerta.

Lleva una camisa blanca con unos pantalones de pinza negros combinados con unos mocasines del mismo color.

— Has llegado pronto — comento al verlo ahí apoyado.

— Son las siete — responde mirando su Rolex dorado.

— Ah. — Miro la hora en la pantalla de mi teléfono. — Pensaba que era más pronto. ¿Has averiguado algo?

— La Yakuza no tiene nada que ver, no es algo organizado por la mafia. Pero está claro que la persona que efectuó el disparo es un profesional contratado. ¿Atenea tiene algún enemigo?

— No que yo sepa... Espera, hace unos meses despedí a su jefe por atacarla... León Strauss.

— Le investigaré, pero dudo que una persona como él sea capaz de algo así.

— Nunca se sabe, Pietro. Quiero que averigües todo sobre León, algo me dice que tiene algo que ver en todo esto.

— Muy bien, investigaré.

— ¿Cómo va lo demás?

— Las tensiones por la investigación han sido solventadas. El negocio de extorsión está dando sus frutos más que nunca.

— ¿Droga y armas?

— Todo en orden. Todo funciona al cien por cien.

— Y... ¿La Triada? ¿Han aceptado el trato?

— Solo quieren cerrar el trato si es contigo... No se fían de mí.

— Entonces ponte en contacto con ellos y organiza una reunión. Ese cargamento de armas tiene que ser nuestro.

— Entendido...

🥀🥀🥀

— En media hora, afuera de la ciudad. En la mansión del señor Wang.

— Vámonos. — Salimos del despacho, hacia los coches negros que nos esperan afuera de mi residencia. Pietro y yo entramos en uno situado en el medio, un Mercedes negro mate con llantas de aluminio metalizadas.

El primer coche de todos, un Range Rover negro, comienza a avanzar, haciendo que todos los coches situados tras él avancen también.

El tiempo pasa lentamente mientras nos dirigimos a la mansión de Wang, el jefe de la Triada china.

El señor Wang es una persona extravagante, aunque tradicional. No es un mal tipo, dentro de lo que cabe. Se podría decir y todo que nos llevamos bien, pero en los negocios no te puedes fiar de nadie, ni siquiera de tus amigos.

Los coches se detienen frente a la lujosa mansión del señor Wang. Es blanca y con detalles negros, grandes ventanales negros también, enredaderas por todos lados y un tejado del mismo color que los ventanales.

Pietro y yo, junto con el resto de mis hombres, bajamos de los coches y nos adentramos en el inmenso jardín verde que rodea la mansión.

Todos mis hombres van armados, incluidos Pietro y yo.

Nos acercamos a la gran puerta blanca, donde hay un hombre asiático observándonos.

— ¿Vienen a ver al señor Wang? — pregunta totalmente serio.

— Sí.

— Pasen. — Las puertas se abren y nos adentramos en la mansión junto con aquel hombre.

— Esperen — dice otro hombre con el pelo tan rubio que parece blanco.

Varios hombres, también trajeados, se acercan a nosotros y comienzan a cachearnos.

— Pueden pasar — dice el hombre de pelo blanco.

Nos llevan hasta un gran salón, en el cual hay una gran lámpara de araña colgada del techo. El lugar está rodeado por grandes ventanales, acompañados de unas cortinas gruesas verdes oscuras con dibujos de tigres de bengala. Las paredes son beige con adornos dorados por todas partes.

— Bienvenidos, señor Volkov — dice el señor Wang sentado en un largo sofá verde de estilo barroco. A sus pies, hay un tigre de bengala, tumbado y relajado.

Olvidaba que este hombre tiene una obsesión con los tigres.

— señor Wang. — Aquel hombre asiático vestido con un traje impecable blanco se levanta del sofá, no sin antes acariciar al tigre, el cual emite un pequeño rugido, y camina hacia mi.

Me abraza, rompiendo la seria atmósfera que se había generado.

— Es bueno verte, Volkov. — Da un par de palmadas en mi espalda y señala el otro largo sofá verde que hay frente al suyo.

— Lo mismo digo, Wang.

— Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos.

— Sí...

— He oído que encontraste a la mujer de la que tanto hablabas... Cómo se llamaba... — Se queda pensativo por unos segundos.

— Atenea.

— ¡Oh, sí! ¡Atenea! ¿Cómo se encuentra? Me han informado de que tuvo un incidente.

— Se encuentra bien. Me estoy encargando de saber quién es el responsable.

— Puedes contar conmigo y mis hombres, Volkov.

— Muy amable...

— Bueno, hablemos de negocios. — Carraspea la garganta. — Deduzco que estás interesado en el cargamento de armas.

— Correcto. ¿Cuál es tu precio?

— Dos millones.

— Dos millones... Hecho.

— Lo que me agrada de ti, Volkov, es que es fácil hacer negocios contigo.

— Si me aseguras la calidad del cargamento, lo es.

— Recién salieron de Rusia, tu querida patria.

— ¿Puedo verlas?

— Por supuesto. — alza uno de sus brazos y mueve sus dedos, ordenando a alguno de sus hombres que traigan la mercancía.

Uno de los hombres que anteriormente nos cacheó, aparece con una gran bolsa negra y una especie de maleta verde militar.

Me acerco a la bolsa, colocada sobre una mesa de billar. La abro y me encuentro con el valioso cargamento: varios fusiles de precisión, alguna escopeta, un Kalashnikov y varias ametralladoras Browning. Una vez visto aquello, me acerco a la maleta larga y verde y la abro, encontrándome con un Bazooka verde oscuro perfectamente colocado.

— ¿Qué te parece? — me pregunta el señor Wang con una amplia sonrisa.

— Perfecto... Nos lo llevamos. — Cierro la maleta y la bolsa. — Pietro, encárgate de enviarle el dinero al señor Wang.

— Entendido.

— Es un placer hacer negocios contigo, Volkov. — Me tiende una de sus manos para que la estreche.

— Lo mismo digo, Wang. — Estrecho su mano.

*******

Aquí os dejo un capítulo más o menos largo.

Os aviso que dentro de unos caps va a haber +18 por fin.

Espero que tengáis una gran semana.

No olvidéis dar like y comentar.

Besoos.

*******

Soy tuya - LR - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora