Soy tuya - LR - (+18)

Capítulo 41: Celosa [+18]

Después de estar un buen rato reunidos con nuestros padres, ellos deciden salir al jardín que rodea la enorme mansión para mostrarles los alrededores y poder hablar tranquilamente.

Parece que se llevan bien y que se entienden. Mi madre y Stella parecen tener bastantes cosas en común, han congeniado desde el primer momento; Víctor y mi padre tienen un carácter favorito, algo que podría hacer que se odiasen... Pero parece que es la excepción. Me sorprende que mi padre no haga comentarios incómodos o insinuaciones respecto a la reputación de Víctor y Alexei, supongo que ha aceptado quienes son y que no puede hacer nada contra ello...

Alexei y yo nos hemos quedado junto con el resto de los invitados, hablando de vez en cuando con alguno de ellos.

De pronto, una mujer rubia de pelo largo con pequeñas ondulaciones, ojos azules, con los labios pintados de rojo y vestido negro brillante largo y bastante largo; se acerca a nosotros, más específicamente a Alexei.

— Alexei, cariño... Cuánto tiempo — dice la mujer rubia con una sonrisa.

— Adriana... — dice Alexei con incomodidad. — ¿Qué haces aquí?

— Como vicepresidenta de la compañía de mi padre debía asistir a esta gala. — La mujer rubia llamada Adriana clava sus ojos en mí, y su expresión cambia radicalmente, como si hacía mi presencia sintiese repulsión. — ¿Quién es ella? — le pregunta a Alexei, sin siquiera referirse hacia mí. Al instante puedo intuir el tipo de relación que hubo entre ellos, algo que despierta mis celos.

— Soy Atenea, la prometida de Alexei — respondo antes de que Alexei lo haga, con una falsa sonrisa a la vez que le ofrezco mi mano izquierda para que ella la estreche.

— ¿Prometida? — dice mirándome de arriba a abajo mientras me estrecha la mano de mala manera. — Así que... ¿Te vas a casar? Pensaba que el compromiso no era lo tuyo... — Añade tocándole el brazo derecho a Alexei. Comienzo a sentir rabia y unas fuertes ganas de apartarla de él, pero antes de que intervenga yo, Alexei aparta la mano de Adriana.

— Todo se trata de conocer a la persona correcta. — Al oír las palabras de Alexei, una sonrisa llena de satisfacción aparece en mi rostro. Adriana lo nota, y aquello parece que su molestia aumente.

— En fin... Debo irme. Supongo... Que ha sido un placer. — La mujer rubia se marcha con una falsa sonrisa para luego perderla de vista entre los demás invitados. Acto seguido me giro hacia Alexei y cruzo los brazos.

— ¿Se puede saber a qué ha venido eso? Esa arpía por poco me mata con la mirada — digo totalmente molesta. — ¿De qué la conoces?

— Es... Una vieja amiga — responde Alexei sin dar más detalles.

— ¿Una vieja amiga? Se podría decir que fue mucho más que eso...

— Estuvimos juntos por un tiempo. Ella quería un compromiso a largo plazo... Pero me di cuenta de que no era la mujer que aparentaba.

— ¿A qué te refieres?

— Su padre es un importante empresario obsesionado con el poder, al parecer ella ha aprendido lo mismo. Lo único que le interesaba era el poder y la influencia que mi familia podía aportar a la suya.

— En ese caso... Reitero lo que he dicho, es una arpía.

— ¿Estás celosa? — pregunta Alexei con una ceja arqueada y una sonrisa ladeada.

— No — respondo lo más seria posible para que no se note que tiene razón.

— Te recuerdo que no sabes mentir...

— No estoy mintiendo.

— Estás celosa.

— ¿Eso piensas?