Oigo como la puerta de abajo se abre, por lo que corro a esconderme detrás de la puerta de la habitación.
Los pasos de Alexei se vuelven más sonoros, por lo que intento no hacer ruido.
— ¿Atenea? ¿Dónde estás? — pregunta desde el pasillo. Veo por la rendija de la puerta que entra en la habitación, por lo que cierro la puerta de golpe:
— ¡Bu! — grito saltando sobre la espalda de Alexei.
— ¿De verdad has pretendido asustarme? — pregunta girándose y arqueando una ceja con una sonrisa en sus labios.
— Eh... ¿Sí? Tu qué crees, idiota.
— Pues vaya mierda de susto — comienza a reír a carcajadas. — Te he visto por la rendija de la puerta cuando he entrado en la habitación. — Me deja un pequeño beso en los labios y vuelve a reír.
— Idiota, me has estropeado el susto. — Me cruzo de brazos y hago pucheros.
— Sí, claro. Esa mierda de susto ya venía defectuosa. — Empieza a quitarse la camisa negra.
— ¡Oye! Era un susto espectacular. — Alexei se acerca a mi y me agarra un moflete para tirar de él levemente y decir: — Tienes mucho que aprender, muñeca.
— Claro que sí, señor mafioso.
— Oye, ¿cuándo te quitan la venda? — Alexei se sienta en la cama para quitarse los zapatos junto con los calcetines.
— La semana que viene. Estoy deseando que llegue ya y deshacerme de todo esto. — Señalo el vendaje para luego sentarme al lado de Alexei, en la cama.
— Te llevaré entonces.
— No hace falta, cielo. Pensaba decirle a mi padre que me acompañase.
— Ah... — Se quita los pantalones y los sustituye por unos pantalones grises. Me quedo mirando su esbelta figura, embelesada. Observando cada centímetro de su cuerpo, sus abdominales... La manera en la que se marca y lo duros que están. — ¿Te ha comido la lengua el gato? Se te va a caer la baba.
— Estoy deseando que me quiten esta mierda para poder comerte. — Me siento a horcajadas encima de él y muerdo levemente su cuello.
— No puedes decirme algo así y luego colocarte encima de mí.
— ¿Por qué no?
— Porque es peligroso. — Esboza una sonrisa lasciva.
🥀🥀🥀
— Bueno, Atenea — comienza a decir la doctora. — Parece que ha cicatrizado muy bien... Ya te puedo quitar el vendaje.
— ¡Perfecto! ¿Has oído, papá?
— Si, hija. Cuanto me alegro.
— La cicatriz irá desapareciendo hasta quedar una pequeña marca... Hicimos la operación de tal manera que quedase así.
— Muchas gracias, doctora. — Me bajo de la camilla y me pongo la camiseta ancha blanca, después de que me quitasen el vendaje.
— Bueno, si tienes cualquier molestia, llámame.
— Gracias, doctora. Adiós. — Mi padre y yo salimos de la consulta.
— ¿Estás contenta? La doctora ha dicho que apenas te va a quedar marca — dice mi padre.
— Eso no me preocupa, papá. Una cicatriz es una cicatriz, una simple marca en la piel. Por cierto... ¿Puedo preguntarte algo?
— Claro, hija.
— ¿Qué ha pasado con la investigación de Alexei?
— Verás... Mis superiores han decidido cerrarla. No hay suficientes pruebas para encerrarlo. Y sobre el asesinato de aquel hombre... Tampoco hay suficientes pruebas.
— Ah... — Me alegro un montón de oír eso, pero se ve de lejos que mi padre no. Por fin Alexei iba a poder respirar tranquilo... Sin la atenta mirada de mi padre, o al menos eso pienso.
— Hija... Sé que intentas proteger a Alexei... Pero quién es realmente no se puede cambiar, ni ocultar eternamente.
— Entiendo... Pero él es una buena persona, papá. Me quiere.
— No digo que eso no sea posible... Tan solo digo que... El quién es él realmente, traerá consecuencias, para todos, sobre todo para ti, Atenea.
— No debes preocuparte por mí, sé protegerme... Te recuerdo que me enseñaste defensa personal, papá.
— Sí, pero eso no te ha salvado de recibir un tiro.
— Papá... No seas así... Ni siquiera sabemos quién ha sido. ¿Has podido encontrar alguna pista?
— De momento solo sabemos que quien lo hizo es un profesional, posiblemente un veterano de la guerra.
— Y... ¿Cómo se averigua quién es?
— Es difícil. Hemos revisado el lugar desde el que disparó y no hemos encontrado ningún tipo de prueba. Huellas, pelos... Nada de nada.
— Eso es extraño, ¿no?
— Eso indica que es un profesional y que lo limpió todo. Alguien lo ha contratado...
— ¿Quién podría contratarlo?
— Alguien que te quiere muerta, o al menos hacerte sufrir. Aún no sabemos si el disparo que efectuó fue hecho a posta o falló de verdad.
— Si es un profesional... No creo que haya fallado...
— Entonces es alguien que te intenta amenazar. Alguien que te odia.
— La verdad es que no se me ocurre nadie...
— ¿Conoces a algún enemigo de Alexei?
— No.
— ¿Has tenido problemas con alguien en los últimos meses?
— Tan solo con mi ex - jefe, León Strauss. Pero él es incapaz de hacer algo como esto.
— ¿Puedes poner tu mano en el fuego y asegurarlo?
— No...
— Entonces, tiene las mismas posibilidades que algún enemigo de Alexei de haber sido.
*******
Buenass.
Aquí estamos de nuevo. Se me ha hecho largo el fin de semana sin actualizar.
Os aviso con muchas ganas de que el próximo cap es +18, el primero de esta historia.
No olvidéis darle like a este capítulo y comentar qué os ha parecido.
Besooos.
*******
ESTÁS LEYENDO
Soy tuya - LR - (+18)
Romance~ 2° parte ~ Cuando alguien cruza la línea del rey de la Bratva, conoce de primera mano el mismo Infierno. La vida de Atenea ha sido puesta en riesgo, algo imperdonable para Alexei. La caza comienza... Pero no todo es tan fácil como parece. ¿Amor...