Extra :)

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Luz Gadini

11 añitos :(casi 12 

julio.

Neuquén, Argentina.

>>><<<

— Luz, sabés que me podes contar lo que esta pasando. — Era lo me repetía mi maestra mas o menos por quinta vez en el día.

Yo solo me quedo en silencio, con la mirada perdida en la hoja que estaba bastante escrita.

No niego que me gustaría poder desahogarme con alguien que no sea de mi familia, porque me sentía sola. Muy sola.

Las cosas entre ellos están mal, todos tienen problemas. Y parece que nadie se da cuenta que yo también los tengo, supongo que piensan que yo no me doy cuenta de las cosas. Pero apenas Zoe soltó eso, mi mundo se vino abajo.

Tengo 12 años recién cumplidos, y aunque mucha gente me diga que soy bastante madura para mi edad, yo no lo creo así. Capaz no sea como el resto, pero eso yo no lo llamo ser madura. Lo llamo ser... no sé... un poco diferente.

Antes de que todo explote (Un día antes de mi cumpleaños), yo era una nena bastante feliz y agradecida con todos por la familia linda que me toco. Pero supongo que no todo es tan perfecto. Y aunque daría todo para que mis papás se reconcilien, sé que eso no va a pasar... Y me voy a tener que quedar con los simples recuerdos que guardo en mi memoria. Esos que no son tantos, no tantos como los que tienen mis hermanos mayores ya que ellos pudieron disfrutar más. Solo me acuerdo con los poquitos que recuerdo.

No me quejo, supongo que la vida lo quiso así. Y la verdad no me gusta.

No me gusta porque no sé que va a pasar conmigo en un futuro, no me gusta porque mi familia esta mal, no me gusta porque mis hermanos lloran, no me gusta porque papá esta triste todo el tiempo y no me gusta porque mamá siempre esta enojada. 

Me refugió en mi pieza, en mis libros y en nada más.

— Hola. — Me saluda alegremente un chica, con el pelo marrón y ojos del mismo color.

— Hola...  — Le devuelvo el saludo tímidamente.

— Soy nueva, ¿Cómo te llamas? 

— Luz.

— Que lindo nombre. — Sonrío cuándo dice eso. — Luzi... ¿Te puedo decir Luzi?

— Si. — Asiento. —¿Vos como te llamas?

— Ludmila. 

Y así la conocí a ella. Que llego en el momento justo, en un momento en necesitaba demasiado una amiga. Con ella me desahogue, me reí y me alegro tantas veces. Pero las personas cambian, ella cambio. Cambio nuestra amistad por caerle bien al resto. Y eso fue la tercera cosa que me rompió el corazón en mil.

>>><<<

Soplo la velita de cumpleaños sin la emoción de siempre.

Solo estaban Gaby, Anto y mamá.

Zoe se fue a Buenos Aires hace un par de meses. Guido se fue a recorrer Argentina y a buscarse la vida. Papá... No sé donde esta él, supongo que con Guadalupe, su novia.

— Te quiero mucho ¿Sí? — Me susurra entre el abrazo Antonella. — Nunca lo olvides.

— Te lo juro.

Estoy cumpliendo 14 años.

Estos dos años fueron una tortura sin fin.

Y aunque a mi ya la verdad me chupa todo un huevo, me gustaría que volviésemos a ser lo que siempre vamos a ser en mi cabeza.

Pero es no va a pasar, nunca.

Mi vida es común y corriente, salgo de la escuela y casi siempre vengo directo a casa. No le hago mucho caso a mi mamá pero si estudio y cumplo con mis responsabilidades, para que después no me saque en cara nada -Aunque siempre lo haga-.

Muchos me dicen: ¿Por qué no sos feliz? Sos linda y tenés plata.

Ay... Si supieran que mi vida no se trata de eso.

— Eu.

— ¿Que? — La miro a Ludmi.

— ¿Querés venír a una juntada que hace Marcos hoy?

— Mmh... — Aparto la mirada, dudando. — No gracias.

No tengo ganas, para que me dejen de lado ni ahí. Prefiero dormir o leer, algo.

— Bue..— Murmura ella rodando los ojos y yo frunzo el ceño ante su reacción. 

— ¿Por qué pones esa cara? — La miro confundida.

— Nada.

— Decime Ludmila.

— Nada, porque después te quejas que te dejamos de lado pero al final sos vos la cerrada. — Es lo que responde, dejándome callada un segundo.

— No me interesa ir a una joda en la que van a estar puros pibitos fantasmas, no me va. Si a vos si será tu problema. — Me encojo de hombros despreocupada y me voy dejándola con la palabra en la boca.

Nunca pierdo en peleas pelotudas, un don que tengo desde que tengo memoria.

Horas después de eso yo ya estaba acostada en mi cama para dormir, pero la notificación de que Ludmila había subido una historia me llamo la atención, así que decidí verla.

Dios que cringe. 

Mi vida se resumía en eso, en sentirme sola pero quedarme en el ambiente tóxico. 

Hasta que de un día para el otro me fui a Buenos Aires, la gran ciudad.

Y ahí los conocí a todos, a Sofía que me enseño lo que es una amistad de verdad. A Nicolás, un mejor amigo de la concha de la lora. A Valen, mi cofre de secretos literalmente. Fabri, al que le chupa todo un huevo pero a la vez no. Y bueno... Claramente a la persona que esta basada mi historia; Santino.

Él, que me hizo reír, sonreír embobada, sentir lo que nunca sentí por nadie. Pero sobre todo enojar. Se comportaba como un pajero, pero después con un par de lindas acciones que hacía inconscientemente me tenía de nuevo, ahí. 

Y supongo que él es el claro ejemplo de que las personas pueden cambiar para bien. 

Los años que estuvimos separados nos hicieron bien.. va, a él le hicieron bien. 

No me arrepiento de nada, porque gracias a eso estoy viviendo todo lo que estoy viviendo ahora. Él y Candela son mi cable a tierra, él es el único amor de mi vida. Y creo que lo va a ser por el resto de la eternidad. Él es una parte de mí y yo soy una parte suya.

Santi me da amor y alegría todos los días, y yo le doy luz a la suya, como él dice.

Siempre vamos a ser Lucecita y Santito, un rayito de luz en medio de la oscuridad.

🌟🌟🌟

No sé, me pinto hacer un extra de Luz también. No dice mucho porque más o menos lo muestra en el trayecto de la historia.

Ya voy a subir un extra mejor, se los prometo.

Chau :P

Sιɳαɠ - Santino Gallardo ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora