Sιɳαɠ - Santino Gallardo ✅

:･ﾟ Otro Extra <3

— ¿Qué vamos a comer? —  Llego a donde esta Santino con la computadora, que la aparta apenas me ve y me hace una ceña para que me siente arriba suyo y eso hago.

— Ehhh, no sé. —  Sonríe y me mira a la cara. Y yo sabía muy bien lo que iba a decir.

—  Tengo hambre de verdad Santino. —  Lo miro mal y él larga una risita. —  ¿Sabés lo que se me antojo?

—  Uy, ¿Andamos con antojos, Lucecita?

—  Callate tarado. —  Le pego en el hombro y él se queja. —  Te pegue re despacio gil.

— Me dolió tarada. — Me entrecierra los ojos mientras se soba el brazo y yo vuelvo a sonreír para retomar el tema de la comida. — Bueno, todo se resume en que queres comer sushi.

— Exacto. — Sonrío contenta y él me hace una cara de confusión.

— Odias el sushi, ¿Y ahora querés comer? 

— No sé, me dieron ganas. — Me encojo de hombros.

— Que rara que estas eh. — Me pone un mechón de pelo atrás de la oreja y yo aprovecho para darle un beso. — Igual te amo.

Eso provoca que me ría y murmure un "Yo también te amo" en medio del beso.

Después de eso pido el sushi y decido ir a bañarme. Cuándo estoy por meterme a la ducha me asusto cuando la puerta se abre de golpe, y entra Santino solamente con el short de fútbol puesto.

— ¿Y vos? — Pregunto arqueando las cejas y él me sonríe acercándose y agarrándome de la cintura.

 — Me quiero bañar con vos. — Es lo único que dice besándome.

Él se saca lo único que llevaba puesto y pongo mis manos alrededor de su cuello. Nos guía hacía el interior de la ducha pero yo freno.

— Para... — Me separo. — Va a venír el delivery y no lo va a atender nadie.

Santi me mira dudando, pero después vuelve a la sonrisita de antes.

— Si sabes que esos tardan un montón... — Me da un pico, pegándome más contra él para que lo sienta. — Un  rapidin no le hace mal a nadie, Lucecita.

Finalmente asiento sonriendo y entramos en la ducha.

>>><<<

Camino por el pasillo mientras me hago un rodete en el pelo todavía mojado hacía el living donde me esperaba Santi con la comida ya en la mesita. Me siento como indio a un lado de él, y mientras suena la música despacio hablamos entre risas. 

— Ta' rico el sushi ee. — Digo mientras me mando la última porción que me quedaba y él me mira negando y riendo.

— Bipolar que sos. — Me encojo de hombros y dejo mi platito al lado del de él en la mesita. — Te tengo que... Contar algo.

— Mmh, con la forma en que lo dijiste no sé si es bueno. — Frunzo el ceño y él hace una mueca mientras me agarra suavemente de los hombros abrazándome. — ¿Qué pasa Santi?

Escucho como suspira pesadamente, y me hace dudar más. Me reincorporo para mirarlo y tiene una carita de frustración increíble. Pone una de sus manos en mi mejilla y me mira a los ojos.

— Sabes que yo te amo...

— Si me metiste los cuernos no te voy a perdonar Santino. — Lo interrumpo seria y él se ríe cortamente.