159- Sendero.

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-Cuidate mucho ¿Si?.-

-Si mami.-

-Últimamente hay rumores de que hay hombres lobo en el sendero, cuídate Beto.- Mi mamá me acariciaba el cabello, temerosa.

-Mamá los hombres lobo no existen, deja de preocuparte ¿Si?.- Quité su mano de mi cabeza, haciendo que su expresión se preocupara aún más.

-Aún así cuídate, por favor.-

-Si mamá, soy más fuerte que cualquiera.- Le enseñé mis músculos inexistentes haciéndola reír un poco.

-Bueno, bueno, puedes irte.- Besó mi mejilla, para después darme la canasta.

-¡Adiós!.- Salí de la casa, rumbo a la casa de mi abuelita.

Vivimos cerca, solo tengo que cruzar un puente y sendero corto, el bosque es oscuro y da miedo, pero... Tengo que entregarle esto a mi abuela.

Subí el gorro de mi capa roja, temblando un poco por el frío, pero entraré en calor después de mi caminata.

Caminé disfrutando del clima fresco pero con un sol bastante más caliente de lo que esperaba.

Estoy cerca del puente, eso quiere decir que estoy cerca del lugar más peligroso del bosque.
Mucha gente viene aquí para robar o hacer cosas indebidas...

Apreté la canasta llena de comida y las medicinas de mi abuela, viendo los lugares más oscuros del bosque.

Da miedo... Aún siendo de día.

-¿Qué tenemos aquí?.- La voz varonil de alguien me hizo dar un brinco.

Rápidamente me di la vuelva, viendo a ese hombre a los ojos.

Era al menos diez centímetros más alto que yo, tenía orejas y cola de lobo mientras que todo el resto de su cuerpo era el de un humano normal.

-Disculpe, tengo que irme.- Caminé lentamente de espaldas, viendo hacía atrás de vez en cuando.

-Oh, no, no, sé que mi aspecto no es de lo más cordial pero solo estoy curioso.- Se acercaba cada vez más a mi.

Su mano tomó suavemente mi muñeca. Y es enorme Dios mío...

-Casi nunca veo a un humano por aquí y bueno...- Me sonrió.

Ahora parece menos amenazante.

-Por lo menos... ¿Podrías soltarme?.- Le devolví una sonrisa incómoda.

-Claro, claro.- Me soltó inmediatamente. -Wow... Eres pequeño...- Me miraba de arriba a abajo.

-O tal vez tu eres muy alto.- Puse mis puños en mi cintura, fingiendo estar enojado.

El hombre lobo soltó una risita.

-Soy Diego, por cierto.- Me ofreció su mano, para que después- yo pusiera mi mano en la suya.

-Yo... Roberto.- Sus labios habían besado el dorso de mi mano, coquetamente.

-Nunca había visto a un humano tan de cerca, ¿Todos son así de pequeños o solo eres tú?.-

Le di un golpe en su pecho, enojandome por su comentario. El hombre se echó a reír.

-Basta de tonterías, debo irme.- Le dije caminando lentamente al puente.

-Oh vamos.- Tomó mi mano, acercándome suavemente a él. -¿No quieres saber más sobre mi?.-

La curiosidad me ganaba, pero el instinto me decía que era mala idea.

One-Shots ; NSFW ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora