One-Shots ; NSFW ; Robarca

51- En el espejo.

Suspiré.

Con cuidado, levanté la flor.

Acaricié sus pétalos.

Y con gentileza, la coloqué en el agua.

La flor se cayó, salpicando agua en mi ropa.

Suspiré frustrado.

Jamás conseguiré hacer el Ikebana.

Ni siquiera lograré entrar a la competencia.

Me levanté.

El tema de la competencia es... "Uno mismo".

Miré mi reflejo en el espejo.

"Roberto... El gran líder del clan Shiba".

Demasiada presión, basta.

"¡Tus arreglos florales son increíbles!".

Una mierda, son simples y sin vida.

Viejos y aburridos.

Como yo.- Toqué el espejo.

Mi mano lo traspasó.

¿Eh?.-

Caí en una lujosa alfombra.

¿Qué verga?.- Me levanté, acomodando mi yukata.

Analicé el lugar.

Era un hermoso cuarto.

Finas decoraciones en dorado cubrían las paredes.

Es una decoración... ¿Egipcia?.

Para empezar... ¡¿Cómo vergas acabé aquí?!.

Me levanté rápidamente.

Oh... ¿Quién eres?.- Un hombre de aspecto magnífico me miró.

¡Y-yo!... Ni siquiera sé como llegué aquí.- Rasqué mi cuello.

Su ropa es preciosa, con tantas cosas brillantes y pantalones holgados.

Es un sujeto muy guapo.

Con un cabello castaño muy bien cuidado.

Y unos ojos claros con unas pestañas muy largas.

B-bueno... Al menos deberíamos saber nuestros nombres, ¿No?.- Le sonreí.

El dió una risita.

En mi nación, decirle tu nombre a otra persona es pedirle matrimonio.- Me dió una mirada pícara.

¿Aún quieres saberlo?.-

¡N-no! Gracias, así estoy bien.- Me alejé.

Me caí de espaldas.

Llegué a mi cuarto.

Ah... ¿El espejo es como un portal?.

Wow... Esto parece una cárcel.- El hombre había entrado a mi habitación.

¡¿Qué mier-...?!.- Este tipo me asustó.

El siguió inspecciónando mi habitación.

Suspiré, dándome por vencido.

Volví a sentarme frente a mis flores.

Corté algunas, para lavarlas.

El sin nombre me miró atentamente.

Raramente, mi corazón se sintió muy relajado.

Tomé las flores, colocándolas verticalmente en el jarrón.