One-Shots ; NSFW ; Robarca

122- Sin cuidado.

Dedicado a terin_30 <3

¿Y Ari?.- Pregunté, entrando a la casa de mi amigo el lentudo, de la mano de mi novio.

Por ahí con sus amigas.- Se estiró, tirándose al sofá.

Diego cerró la puerta, caminando juntos hasta sentarnos al lado de Juan.

¿Vamos a tomar?.- Le preguntó mi novio a nuestro amigo.

Yo creo que sí, ¿Traen ganas?.- Nos contestó con otra pregunta.

Sabes que sí.- Le contesté sonriéndole de lado.

Diego soltó una risita.

Vamos al set-up.- Dijo, levantándose.

Nosotros repetimos su acción, caminando detrás suyo.

Y así, llegamos a su cuartito mágico.
Sonó muy sexual, perdón.

Siéntese weyes, voy a subir el chupe.- Dijo, saliendo del cuarto.

Me senté en la silla del lentudo, moviéndome de un lado a otro.

¿Y luego?.- Le pregunté a mi hombre.

El cual se acercó a mi, abrazándome por detrás, suspirando.

No sé, ¿Le checamos el porno?.- Acarició mi cabello.

Va, va, va.- Dije, tomando el ratón.

Me fuí directamente al historial, para buscar algo de porno.

Nambre, no tiene nada, yo creo que en su celular lo tiene.- Cerré google, volteándome a verlo.

Prueba en otra cuenta.- Me respondió.

Pero justo, Juan entró, con una botella de refresco.

No tengo chupe wey, que pendejo estoy.- Dejó el refresco en el piso. Voy al Oxxo a ver qué rollo, luego nos vemos.- Se despidió con el puño, saliendo del cuarto.

A huevo, otro rato solos.- Palpé mis muslos.

¿Qué? ¿Quieres coger?.- Preguntó, sentándose arriba mío, aplastándome un poco.

Rodeé su cintura con mis manos, apretándome en su pecho.

Digo, ¿Por qué no?.- Sonreí.

Beto.- Me respondió, levantándose de mi.

¿Qué?.- Le respondí, sonriéndole de lado. ¿No quieres?.- Me levanté.

Acaricié suavemente su cintura, viéndolo a los ojos.

¿Aquí?.- Se acercó aún más a mi, rozando sus labios en los míos.

Según él no deberíamos hacerlo, pero su sonrisita dice que me lo coja.

Apreté su pecho por encima de la tela, sonriéndole.

Termíname de criar, papi.- Apreté su trasero.

Con gusto te doy la leche que ocupas.- Me dio una nalgada, besándome.

Sus manos apretaban mis glúteos, como nunca.

Rápido... No quiero que Juan nos vea el pito.- Apreté su cuello.

El asintió, volviendo a besarme.

Nos apretábamos el uno con el otro, disfrutando de la sensación de estar conectados.

Me pegó en el escritorio, quitándome el cinturón, mientras que yo hacía lo mismo con el suyo.