One-Shots ; NSFW ; Robarca

140- Correa.

¡Roberto!.- Le grité, poniéndome la chamarra.

Siempre tarda demasiado en cambiarse y arreglarse.
Bueno, supongo que estar tan lindo lleva su tiempo.

¡Amo!, Perdóneme por tardarme, ya estoy.- Sonrió, enseñándome su atuendo.

Una playera ancha con reptar en ella y pantalones anchos, zapatos al más puro estilo de los dos mil y un bucket hat.

Lo acerqué a mi, para darle un beso.

Saqué de mi gabardina una correa.

¿Listo para el paseo?, Gatito.- Sonreí.

¡Sip!.- Levantó suavemente su cuello, mostrándome su collar negro.

Siempre lo lleva, es signo de que tiene dueño.

Enganché la correa al collar.

Todo listo, podemos irnos.- Abrí la puerta, dejando que mi gatito caminara primero.

Salimos para después subirnos al carro.

¿Cuál es el plan?.- Preguntó Beto.

Un restaurante y luego un parque, ¿Qué opinas?.-

Me parece perfecto.- Sonrió.

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Nos abrieron la puerta del restaurante y el hombre que sostenía la puerta nos vió sorprendido, pero aún así, saludó amable.

Bienvenidos, ¿Mesa para dos?.-

Si, por favor.- Jalé suavemente la correa de Beto, para colocarlo a mi lado.

Metí mi mano en el bolsillo de mi gabardina sin soltar la correa.

Seguíamos al hombre hasta nuestra mesa, acaparando más de una mirada.

Incluso pude ver cómo alguien intentó tomar una foto, pero al verlo directamente a los ojos volvió a pensar su acción.
Le di una sonrisa satisfecha a aquella persona.

Nos mostraron nuestra mesa, así que yo quité la correa del cuello de mi Beto para así ayudarlo a sentarse.

Hice lo mismo, guardando la correa en mi bolsillo.

El menú está en este código QR, cuando estén listos pueden ordenar, con permiso.- El mesero se fue, dejándonos buscando el que comer.

¿Que se te antoja comer?.- Le sonreí, acariciando su mano suavemente.

Me miró atentamente.

Sabe, amo, tengo bastante hambre, pero en este restaurante no está lo que quiero comer.- Sonrió de lado.

Besé su mano.

¿Quieres cambiar de aires cariño?.- Le sonreí.

Oh, por supuesto.- Se levantó de su silla, esperando por mi.

Buen gatito.- Le dije, cuando coloqué la correa en su collar.

Caminé fuera del restaurante apresurado, jalando un poco la correa de mi gatito.

Abrí la puerta del carro para subirme en el asiento de copiloto, Beto se sentó encima mío.

Cerré el carro y cubrí un poco el cristal de enfrente con el espejo.

Mierda, estoy muy impaciente.- Le dije, apretando su trasero.

Bajé sus pantalones y ropa interior, mientras besaba su cuello. El collar impedía que lo mordiera correctamente.