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Mi corazón empezó a latir rápidamente, le gustaba, ella lo dijo, no lo soñé ni alucine, ella realmente lo dijo.

¡Lo dijo!

Le gusto, sin verme a un espejo ya sabía que me había puesto rojo, sonreí tonto y me puse a pensar en un futuro.

Yo soy así, veo más allá de las cosas y es que estaba emocionado.

—¿Sam?

—¿Sí?

—¿Entonces?

—¿Qué? —Ella frunció el ceño.

—¡Sobre lo que te acabo de decir!

—¿Qué?

—¿Está todo bien?

—Sí.

—... ¿Benazir? —Ella me miró atentamente—. Ven conmigo.

—¿Qué? ¿A dónde?

—Tú solo ven.

Ella suspiró y caminé hacia las escaleras, ella caminó junto a mí, subimos las escaleras, pero ella se detuvo, la miré con el entrecejo fruncido.

—¿Qué pasa?

—¡Estoy sin ropa interior! —Sonreí y ella me pegó en el brazo—. ¡No te rías!, ¡Tú me viste así!

—No te vi... Te juro que no te veré del abdomen hacia abajo.

—¡Juramelo!

—Te lo juro Benazir.

—¡Por el meñique! —Me reí.

—Bien pues, por el meñique.

Ella volvió a caminar y entramos a mi habitación, me senté en la cama y ella me miró confundida, se sentó y la miré fijamente.

La verdad no se porque estoy aquí, hace años vi una película y el chico se le declaro a la chica en su habitación, no lo haría en una cocina.

—Benazir.

—¿Mju?

—Tú me gustas mucho, y ahora qué tú me dices eso... ¿No me estás mintiendo?

—No, para nada, de hecho no se lo que siento. Me siento feliz cuando estoy contigo Sam, cuando me haces reír, cuando te veo a los ojos porque siento que estoy segura, hace mucho no dormía plácidamente, y ayer que me quedé aquí pude dormir, porque sabía que contigo me siento segura; y que no me dejarías sola, no sé si eso se trata como un gusto, pero si se trata así, si me gustas Sam.

Tragué saliva nervioso y la miré.

—Benazir tengo que decirte algo muy importante.

—¿Qué cosa?

—Amo como eres, como cada detalle de ti, quiero seguir conociéndote, pero de otro ángulo. No quiero dejarte ir, no quiero que te vayas, yo siento que eres la persona con la que yo he soñado siempre, desde que te conocí fue... Fue como si algo me dijera que eras la indicada, y lo sé, lo eres, y quiero que me des el permiso de amarte Benazir.

—... ¿Puedo ser tu novio?

—Sam...

—... Sí, sí puedes ser mi novio.

Pero recapacite, no podía pedírselo así, tiene que ser mejor, ella se merece algo mucho mejor, aunque no tenga tanto tiempo lo haré.

—Lo haré mejor la otra vez —Ella frunció el ceño confundida sobre lo que yo acababa de decir.

Deja que me vaya ✓ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora