Ya estaba lista, tomé mi mochila y estaba lista para darle su regalo.
Hice un cuadro con una foto de nosotros, sabía que le iba a gustar.
—¡Ya me voy pa!
—¿Ya?
—Sí, son las once, ya me voy.
—Que te vaya bien.
Sonreí y salí.
No quería tomar el autobús, así que caminé hacia su casa, tomé mi teléfono y llamé a Lizzy.
Sonó varias veces, pero contesto.
—Hola Lizzy.
Se escuchaba varias personas hablar.
—¿Bena?
—¿En dónde estás?, Se escucha mucho ruido.
—Ah, yo estoy en el cine.
—¿En el cine?
—Sí, Mat me invitó, por lo del día del amor y la amistad.
—Oh por cierto, feliz día.
—Igual Bena, bueno te tengo que colgar adiós.
—Adiós.
Colgué y seguí con mí camino.
Tenía tantas ganas de verlo, de ver a ese tonto al que amo mucho, así que iría a su casa por el regalo, y después al hospital, su casa no estaba tan lejos de la mía, pero si me cansaría un poco.
Caminé bastante, pero al llegar miré a varias personas en su casa, había varios autos estacionados y personas con arreglos florales, personas vestidas de negro y ahí fue cuando mi corazón empezó a latir rápidamente.
Caminé rápidamente y entré, quise buscar a Héctor y a Margarita, pero habían varias personas.
Y al buscarlos vi otra cosa.
Mi ojos se empezaron a llenar de lágrimas.
Era una foto de Sam y otra de América.
Había dos ataúdes, y personas llorando encima de ellos.
Tenía que ser una broma, seguro estaba soñando, tenía que ser una puta broma.
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Deja que me vaya ✓ ©
RomanceEl odio y el amor están juntos, lo único que los separa es un hilo, pero ese hilo puede romperse y ahí... ¿Que puede pasar? El amor llega tarde o temprano La autora hace un final, pero no promete un final feliz. Fecha de publicación 2 de octubre del...