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Terminamos de patinar, era gracioso porque la que se cayó fue Lizzy, pero por estar viendo a un chico que estaba haciendo un vídeo mientras patinaba.

—Me dolió, pero valió la pena ver de cerca a ese bombón.

Sonreí.

—¿Por qué no comes pizza Sam? —Pregunté al verlo viendo la pizza de forma desagradable.

—No tengo apetito.

—¿No te gusta la pizza con salchichas y salami?, Es lo mejor —Habló lizzy y asentí dándole la razón.

—Sí me gusta, pero no tengo mucha hambre.

—Buenooo, más para nosotras —Comentó Lizzy pero de alguna manera me preocupo ver que Sam no tuviera apetito, pero dejé pasar eso a un lado.

—Come Benazir, se enfriará.

Le sonreí y abrí los ojos como platos al ver quiénes estaban entrando al local. No podían ser ellos, ¿Por qué tenían que estar aquí? ¿Por qué ahora?, Pero no venían solos, Diego estaba con ellos y justo para mí estúpida suerte Elena me miró y frunció el ceño y no solo me miró raro, si no también le dijo algo a su esposo y en un dos por tres se estaban acercando.

—Oh no.

—¿Oh no? ¿Qué pasa? —Preguntó Sam, pero ya era tarde.

Pero ya estaban frente a nosotros.

—Hola Bena —Su voz...

"Flashback"

—Es un gusto Bena.

Ella se miraba tan linda con su vestido rosa y nos dejo entrar con Alfred.

—Mamá, Bena está emocionada por probar tu receta de albóndigas.

Sonreí

—Alfred habla mucho de usted y de sus recetas que me emociona probarlas —Ella me dió una sonrisa de boca cerrada.

—Me disculpas un momento Bena —Asentí y ella tomó de la mano a Alfred y lo guió a lo que era la cocina.

Me fije en los cuadros pero se escuchó lo que decían.

—No me dijiste que vendrían tan temprano Alfred.

—Mamá es que sus papás estaban peleando y mejor la traje aquí, ademas Diego es su amigo el también la quiere aquí.

—Pero yo no Alfred.

"Fin del flashback"

—Hola señora Elena.

—Me comentó Diego que estuvo ayer contigo —Miré a Diego y éste me miraba de brazos cruzados.

—Sí, ayer tuvimos una cena y lo invitamos.

—Mmm, ¿Qué quieres ahora?, Dejar que mi hijo caiga en tus garras y matarlo también.

—Elena...

Diego no dijo nada y fruncí el ceño al verlo enojado.

—No mamá, yo nunca caería con ella, lamentablemente mi hermano no fue inteligente y por eso murió, por estar con ella.

¿Qué?

—... ¿Qué creías?, ¿Qué te íbamos a perdonar sobre lo que le hiciste a mi hermano?, ¡Tú lo mataste!

—Diego, no.

—¿Disculpen? —Interrumpió Sam—. Si vienen aquí a tratar mal a mi novia se equivocaron.

—Ahh, tienes una nueva víctima, ¿Como matarás a este Bena? —Comentó el esposo de Elena.

Deja que me vaya ✓ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora