SamCarajo.
Llegué a casa, papá estaba leyendo en el sofá así que me senté junto a él.
Papá siempre se sentaba a leer en la tarde, era casi un ritual el que tenía, no le gustaba que nadie se pusiera a hablar o escuchar música cuando lo hacía, pero si el hablaba uno tenía que escucharlo.
—¿Por qué estás confundido? —Preguntó.
Ah, tener un papá psicólogo.
Se podía decir que es bueno, pero no me gusta que me de terapia, a cada momento me pregunta "¿cómo estás?, ¿está todo bien?", y eso llega a ser desesperante.
—Besé a Benazir.
Dejó de leer su libro y me miró ahora él confundido, quizás fui muy directo con él, pero quería ser honesto y que él me ayudara con mi conflicto, estaba confundido muy confundido.
—¿Te gusta? —Preguntó, papá decía las cosas siempre directas.
—¿Qué? ¡No!, no lo sé.
¿Me gusta?, ella es linda y tiene unos ojos tan lindo que cuando la veo siento que... no me gusta, solo me gustan sus ojos, su voz, su manera de hablarme que es tan dulce y hace que quiera escucharla por horas y horas y... no me gusta, solo me gusta como ella se expresa, su estilo, sus labios y... carajo.
—¿Por qué no lo sabes? —Me recosté en el sofá.
—Apenas la conozco, no llevamos ni un mes hablando.
—¿Y cuál es el problema?
—Así no se da el amor.
—Sam, cuando una persona te atrae físicamente y emocionalmente no importa el tiempo de conocerla, puede ser solo un día, si esa persona te gusta no es planeado, tú no mandas a tus sentimientos, pero si tienes que conocer más a la persona.
—Pero no tenía que besarla, estoy ayudándote para que se mejore.
—Lo sé hijo, y aunque no debería haberte pedido ayuda creo que le hace bien a Benazir, no te dije lo que pasó con ella, solo que me tenías que ayudar —Papá me hacía pensar mucho —, tú quieres ayudar a Benazir, ¿no es así?
—Claro que quiero ayudarla.
—Cuando quieres hacer algo por una persona piensas en cómo, significa que estás pensando en esa persona, pudo agradarte durante estuvo aquí o la viste en el cine, ese agrado de ti hacia ella y de ella hacia ti llevo a tu cerebro a pensar en ella y en ese momento, ese preciso momento tú no pensaste, tú sentiste y la besaste.
—¿Crees que me odie? —No quiero que me odie.
—¿Tú crees que te odia?
—Se fue corriendo cuando lo hice.
—Quizá le gustó tanto que fue a escribirlo a su diario rápidamente —Él se echó a reír.
—No bromeo pa, yo no corrí cuando ella me besó.
—Espera, ¿te besó?
Abrí los ojos como platos y me levante del sofá.
—¿Qué?, yo no dije nada.
—Sí lo dijiste.
—No, no se de que hablas, yo... iré a bañarme.
Corrí lo más rápido posible y pase a ver a América. Abrí la puerta de su habitación y la miré dormir. Sonreí al verla ahí y cerré la puerta.
Llegue a mi habitación y me tumbé en la cama, tomé mi teléfono y revisé el Instagram de Benazir. Lo tenía privado, chica astuta.
Decidí hablar con la única persona directa que conozco.
—¿Sabes que existen horas para hablar? —Se escuchaba medio dormido.
—Bruno, despierta o le digo a mamá que tú fuiste él que rompió su jarrón preferido.
—Ajá, te escucho atentamente.
—Necesito hablar contigo —Casi nunca le decía esto a él.
—¿Ya fuiste al médico? —Se escuchaba serio.
—Olvida eso Bruno, lo que quiero decir es...
—¡No, Sam!, no olvidare nada. Tú tienes que ir al médico, no puedes estar así, pueda que te ayuden y tú nada más te quejas y te niegas, tienes que ir —Un nudo se formo en mi garganta —, y tienes que dejar de quejarte por todo, tú no eres como yo, tal vez no soy el mejor hermano y desperdicio mi vida, pero yo puedo arreglar eso luego y tú no, juega, diviértete, sal con chicas, disfruta este tiempo.
Tenía ganas de llorar, Bruno jamás me decía esas cosas y la verdad es que él tenía razón, algunas cosas en mi vida las puedo adelantar si quiero y debo hacer las cosas bien.
—Gracias... Bruno.
—Sí grabaste esta llamada te voy a matar —Sonreí.
—Conocí a una chica.
—¿La loca? —Se rió.
—Esa misma.
—¿Y te gusta?
—Creo que si me gusta, pero estoy confundido.
—¿Ella sabe...
—No —Aclaré y él suspiró.
—Pues invítala a salir, bésala ve a un hotel, que se yo.
—Tus consejos del amor son tan idiotas.
A Bruno siempre le iba mal con el amor, pero es que él era muy bueno pasado, las espantaba.
—Ay, habla con ella e invítala a comer o algo.
—La besé.
Se escuchó gritar como una niña.
—¡No eres gay!
—¡Claro que no soy gay!, idiota —Se echó a reír —, pero es que cuando la besé se fue corriendo.
—¿La mordiste? ¿Le metiste mucho la lengua? ¿No te lavaste los dientes?
—No, animal inmundo.
—Entonces fue miedo, confusión o nervios.
Tenía razón.
—¿Y qué hago ahora?
—Es simple, solo deja que ella venga a ti hermanito, ten orgullo.
—Veré si lo hago, descansa.
—Ahora ya me despertaste, veré videos de mujeres —Casi vomito al imaginar eso.
—Eres un cerdo.
Él colgó y dejé mi teléfono en la cama.
Pueda que tenga razón, algo que nunca tiene, así que dejaré el niño bueno un rato y seré malo, un poco.
Suspire y tomé mi cobija para luego dormir.
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Deja que me vaya ✓ ©
RomanceEl odio y el amor están juntos, lo único que los separa es un hilo, pero ese hilo puede romperse y ahí... ¿Que puede pasar? El amor llega tarde o temprano La autora hace un final, pero no promete un final feliz. Fecha de publicación 2 de octubre del...