Al final del día se reúne con Ino, porque tuvo que avisarle que no podría ir al cine como lo habían planeado y se reúnen abajo de su casa.
La saluda con dos besos y ella se pega a Hinata como a un koala y no la suelta.
—Estoy bien, ¿eh? No se ha muerto nadie y Naruto era solo un amigo.
Ino se muerde el labio inferior.
—Todos están hablando de eso. No me corresponde a mi decirte lo qué pasa con Sakura, pero es todo un mal entendido, quizá se le ha ido un poco la cabeza, cuando escucho que estabas enojada, se ha arrepentido un poco de no haberte dicho nada —intenta darle un tono desenfadado, pero no le sale. Estaba mintiendo.—Ino, sabes mejor que yo que Sakura hace las cosas muy conscientemente.
—Bueno... es un poco a lo qué pasó conmigo y Naruto. Ha sido todo un error.
—No.
Entonces abre mucho los ojos, como si necesitara que alguien le diera la razón. Y Hinata no llega a comprender muy bien por qué.
—¿Hay algo que quieras decirme sobre Sakura? Y no me refiero a solo lo que está pasando con Naruto.
Ino se revuelve incómoda.
—Es por lo que te comento Sai, ¿no? —se gira sobre si misma y entrecierra los ojos—. Te juro que un día de esto los mato.
—¿Por qué siempre soy la última en enterarme de todo?
—Tienes que hablarlo con ella.
—Cuéntamelo tú.
—No puedo —se disculpa, agachando la cabeza—. Le prometí que no te diría nada. No es a mí a quien le corresponde hacerlo.
—¿Donde está?
—¿Sakura? Hemos quedado con ella y Sai en quince minutos.
—¿Hemos?
—Sí, así que cambia esa cara y mueve el culo.
—No me apetece nada el plan. Lo siento.
—Ni a mi que hayas peleado con Sai y estés triste. Le debes una disculpa a Sai, ¡y tampoco me has contestado los mensajes! Eso cuenta con que me debes una a mi también. Va a ser poco rato, pero vas a venir, ¿entendido?
—Supongo que no me queda de otra.
—Como ya he dicho, mueve el culo —y le guiña el ojo.
Sakura y Sai las esperan sentados en las escaleras de los cines de la 23 y street. Sakura se muestra avergonzada y Sai, muy serio. Al parecer no se le ha quitado del todo la espina con Hinata, porque cuando la saluda lo hace muy seco y poco cordial.
Sakura y Ino, caminaban delante de ellos agarradas de los brazos cuchicheando. De vez en cuando Hinata se da cuenta de que miran hacia atrás para verla y luego vuelven a lo suyo.
Entran en un bar a la altura del parque de Manhattan. En una zona apartada del ajetreo de la ciudad, perfecta para tomarte unas cervezas o un café con los amigos sin dejarte más de tres dólares por cabeza.
La conversación comienza siendo superficial y a veces se tornan silencios incómodos. Sakura y Hinata evitan mirarse a los ojos a no ser que sea estrictamente necesario. Hinata sabía que las intenciones de Ino eran buenas, pero para hablar con Sakura necesitaba estar a solas.
—Yo me tengo que ir —se excusa Ino mirando el móvil—. Sai, ¿tú vienes conmigo?
—Pero si todavía es muy pronto. Vamos, ¿no te quedas un ratito más?

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|En tus zapatos|
Fiksi PenggemarDicen que cuando pides un deseo: a veces esta el demonio. Para joderte la vida, solamente. Una historia tan divertida y dramática tiene muchos demonios y hay que estar alerta a no caer en sus garras. Por suerte, no hablamos de uno literalmente; Hi...