Capítulo Cuarenta

354 20 5
                                    



La mayoría del lunes la pasamos en cama, nadie salió, nadie toco a las puertas. Estuve toda la mañana desnuda, con Jace abrazándome, habíamos pasado una gran noche pero cuando vi el reloj del hotel y salían las cinco de la tarde me levanté para bañarme y cambiarme. Al estar en pijama, que seguía siendo una camiseta y unos bóxers, me senté al lado de Jace para llamar a Sarah que no dudó en responderme al segundo tono.

—¡¿DÓNDE ESTÁN?!

Le sonreí.

—España.

—¡¿ESPAÑA?! —abrió los ojos.

Estaban en la cocina, allá era medio día así que supongo que estarán almorzando. Mi mamá y Blake aparecieron a su costado y les sonreí.

—Sí, pero iremos a Italia.

—¡¿ITALIA?! —Blake se sorprendió.

Jace se pegó a mí, estaba sin polo, en realidad desnudo pero la sábana le cubría desde el abdomen hasta abajo. Pasó su brazo por mis hombros y mi mamá me sonrió pícara, viré los ojos.

—La mamá de Sandro vive en Italia —comencé a explicar—. Pues resulta que está casada con alguien importante allá que nos acogerá como su familia pero tendremos que trabajar para él.

A Sarah se le abrieron los ojos sin creer lo que le acababa de decir, estaba emocionada ya que es algo que siempre hemos "soñado", pero que se vuelva realidad es extraño pero en sí emocionante.

Mi mamá y Blake la miraron confundidos.

—Su querida hija se unirá a la mafia italiana —le sonrió Sarah a mi madre, diciéndolo de una forma muy natural.

—¿Ah? —ella me miró.

—Es una de las familias más unidas, nos darán protección a cambio de trabajar para ellos, Sandro los conoce y dice que es un buen sujeto —trate de convencerla.

Blake negó a punto de hablar y protestar, pero mi mamá le ganó hablando antes.

—Pero, ¿estarás a salvo? —él volteó a ver a mi mamá asombrando.

—Según Sandro sí, mañana iremos a hablar con su hija que es la que está interesados en ellos y veremos cómo es el asunto.

Ella asintió levemente, sabiendo que a este punto sólo puede aceptarlo para que yo permanezca a salvo.

—¿Podremos ir a visitarte? —Sarah estaba más que emocionada a decir verdad.

—Supongo que si —me encogí de hombros—. Tendría que preguntarle a Alessia.

—Alessia... —repitió Sarah haciéndonos reír a todos.

—Bueno, dejemos descansar a la parejita —mi mamá se metió.

—Mamá, no somos... —me interrumpió.

—¡Cuídense! ¡Jace, no quiero nietos aún! —se despidió con la mano haciéndolo reír.

—¡Mamá! —abrí los ojos y cortó la llamada.

Dejé mi celular a un lado, Jace me jaló hasta sus brazos.

—Me agrada tu mamá —besó mi sien mientras sus manos se metían por debajo de mi camiseta y apretaban mi espalda.

—¿Ahora si, no? —reí mirándolo.

Sonrió hacia mi y se lanzó a besarme. —Y, ¿Si practicamos lo de darle nietos? —se colocó sobre mi.

—¡Jace! —reí mientras él me comenzaba a bajar las bragas.

PRÓFUGOS [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora