Capítulo Veintidós

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Como si hubiera dormido por años me levanté más relajada que nunca. El maldito miércoles ya había llegado y no sabía qué hacer con mi vida, a mi lado no estaba Jace y un silencio descomunal inundaba toda la casa.

Se han ido a entrenar.

Bufé aburrida y fui al baño, me bañé enjabonándome cada centímetro de mi cuerpo y lavándome cada cabello de la cabeza.

Cómo eran solo las nueve de la mañana me tomé mi tiempo en secarme el pelo, en ondularme algunos mechones, o más bien tratar de hacerlo, y en maquillarme.

Luego de otra hora viendo que ponerme en Pinterest, termine poniendo un interior blanco que se agarraba por abajo como ropa de baño, me dejaba toda la espalda al aire e iba por el frente de mis brazos para agarrarse en mi nuca, así que tampoco se notaban los tatuajes del pecho y la costilla, también me puse unos jeans pegados y unas plataformas blancas.

—Uff —me dije a mi misma mirándome al espejo.

Decidí cocinar para los chicos, igual aún tenía tiempo para todo. Así que como Marco tenía de todo en su casa, hice bastante arroz, agarré el par de kilos de salmón que había en la refrigeradora, porque igual se iba a malograr si no se lo comía. Lo freí con miel y un poco de soya, quedaría riquísimo.

Y hablando de cosas ricas, el delicioso de Bruno Mars sonaba con Gorilla a todo volumen por los cincuenta parlantes que había encontrado en la casa.

Yeah I got a fistful of your hair, but you don't look like you're scared —agarré la sal y comencé a echarle al salmón—. You're just smiling tell me daddy it's yours! —canté sintiendo cada letra de la canción.

Agarré una cerveza de la nevera, Bruno Mars simplemente me pone feliz.

'Cause you know how I like it use a dirty little lover! —grité antes de darle un trago a la lata.

Regresé a la cocina a mover el salmón que estaba a fuego bajo.

If the neighbors call the cops, call the sheriff, call the swat we don't stop, we keep rocking while they knocking on our door —con una cuchara de palo movía el pescadito— And you're screaming give it to me baby, give it to me motherfucker!

—¡Oh, ¿cocinando?!

—¡AHH! —grité asustada.

¿Ya habían llegado?

Me dí la vuelta para encontrarme a todos riendo, viré los ojos dejando mi lata a un lado para bajarle el volumen.

—Tarados —les saqué el dedo medio.

—¿Qué cocinas? —Jagger se acercó.

—Salmón —le moví las cejas y él sonrió—. Bueno vayan a bañarse y todo porque ya va a estar —les avise.

Vi como todos se fueron rápidamente a sus cuartos.

You with me baby making love like gorillas —escuché a Sandro cantar mientras subía a su cuarto.

Cuando el salmón terminó de hacerse apague el fuego y lo deje ahí, agarré unas cinco paltas y los corte en tiras, en cada plato serví una porción grande de arroz, con ajonjolí encima, el salmón lo deshilache y puse un poco en cada plato y una mitad de una palta igual. No había jugo, solo gaseosa así que no quedó de otra, la puse en la mesa junto con los cubiertos, platos y esperé a que llegaran.

De la nevera saqué unas salsas que tenían varias letras en japonés y supuse que eran con las que se comían, igual cuando las probé sabían bien.

—Pensé que no sabías cocinar —sonrió Jace mirando los platos ya servidos.

PRÓFUGOS [Parte 1 y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora