Capitulo 2 La clase de asesinato

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Sander

Sander nació un año después que Kosair y siempre fueron totalmente diferentes, cualquier persona que los conocía llegaba a la conclusión de que eran como el sol y la luna.

Los años solo supieron resaltar sus diferencias, Sander era muy tranquilo y simpático aunque bastante callado, era un joven sensato y minucioso que se empeñaba en cada pequeño detalle.

Físicamente los hermanos tenían cierta semejanza, ambos tenían la misma mirada rasgada de profundos ojos negros enmarcados por tupidas cejas, la piel clara como la nieve, nariz larga y perfilada sumada a unos labios carnosos y una fuerte mandíbula junto con su cabello largo y negro verdoso. Su mayor diferencia descansaba en que Sander era un chico delgado varios centímetros más pequeño que su hermano mayor.

El día que Kosair se fue a la academia, Sander estaba de un perfecto mal humor, ya que su hermano había atacado a diestra y siniestra la cocina desapareciendo todas las manzanas, por lo tanto, a él le tocó conformarse con un limón de dudosa procedencia.

No había terminado de pasar el mal sabor de boca cuando las gárgolas gritonas anunciaron la llegada de alguien a la casa, era un hombre lobo de ojos rojos que saltaban chispas de rabia, tenía una araña encaramada en el brazo, el hocico y la ropa quemada y la cola en vendada. Un mago exageradamente pequeño y gordo estaba detrás de él al borde de un ataque de cólera mientras que Kosair estaba a su lado la mar de tranquilo con una manzana a medio comer en una mano con la otra mano en su bolsillo mientras mirando el cielo despreocupado.

Mi madre miraba al hombre lobo de mínimo 3 metros de altura cubriéndose los ojos del sol y lo invitaba a pasar con una voz bastante desconcertada, nos mandó a Kosair y a mí al cuarto mientras que a nuestra inesperada visita alcancé a escuchar que les ofrecía panecillos dulces calientes y ciruelas pasas, solo por prevención tome a Kosair del brazo y lo empuje al cuarto, ese loco era capaz de dar marcha atrás para pedir un par de panecillos.

Transcurrió una hora y algo cuando escuché las garras del hombre lobo contra la madera del piso y la puerta cerrarse, después unos pasos lentos dirigiéndose al cuarto acto seguido mi madre estaba ante nosotros con sus mejillas sonrojadas y una mirada tranquila y amorosa, pero, a los pies de sus faldas se levanta una niebla negra espesa que nos recordaba a mi hermano y a mí que la persona frente a nosotros era una bruja negra de combate de alto rango.

Transcurrió una hora y algo cuando escuché las garras del hombre lobo contra la madera del piso y la puerta cerrarse, después unos pasos lentos dirigiéndose al cuarto acto seguido mi madre estaba ante nosotros con sus mejillas sonrojadas y una mir...

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Con las manos en la espalda y una voz dulce, Acacia se dirigió a su hijo mayor.

- Kosair, venga para acá un momento.

La tensión se sentía en el aire y Kosair no movió ni una uña de los nervios.

- Kosair es la segunda vez que te llamo, ven para acá.

El chico miró a su hermano por un momento pidiendo ayuda con la mirada, pero el contrario negó levemente y le hizo señas para que fuera por su propio pie si quería vivir para contarla.

El loco de los mil mundos (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora